No haré mención al libro porque ni lo he leído ni me interesa escribir sobre un debate que a mí por lo menos ya me aburre. En Filmaffinity se entra para criticar sobre cine (Películas, series y documentales). Por lo que todo lo demás sobra aquí. El médico nos proyecta una historia bien hermosa con muchos alicientes que no podemos despreciar. La trama nos sitúa en la Inglaterra del siglo XI donde un humilde campesino que acaba de perder a su madre se interesa por los conocimientos de curación de las enfermedades humanas. Por ello decide emprender un viaje a través de un largo camino que le conducirá hacia su destino. Su experiencia será inolvidable, pues vivirá toda una aventura en unos lugares increíbles, conocerá a gente que le marcará para siempre, aprenderá lo que deseaba aprender y muchísimo más. El film cuenta con un romance bien real y emotivo, unos escenarios que no se ven sino que se sienten como si estuvieras en ellos, una fotografía impresionante y unas actuaciones muy serias. De estas últimas destaco a Tom Payne, Emma Rigby y al siempre talentoso Ben Kingsley. El amor previsible, pero verdadero que se cuece entre los 2 primeros me recuerda al de Titanic (1997), solo que el de esta película tiene bastante más sentido. Un tema al que se le da su debida importancia es el conflicto que desde siempre ha habido entre la ciencia y la religión. Y como conclusión de esta cinta se puede sacar que el estudiar y saber de aquello que nos atrae nos enriquece mentalmente independientemente de nuestras creencias. El conocimiento es el mayor tesoro de la vida, ya que se trata de la cura a cualquier mal que nos invada. El arte de la sanación es una ciencia, la ciencia es cultura y la cultura es el conocimiento.