Pokémon es una franquicia que ha tenido un éxito tremendo. Desde el lanzamiento de la serie animada a finales de los 90, ha subido como un cohete gracias a la venta de toda clase de productos (figuras, consolas, juegos de móviles, etc...). Después de tanto tiempo, Pokémon sigue generando muchísimo, algo que es comprensible para el numeroso grupo de seguidores que día tras día se "aventuran" para atrapar la mayor cantidad posible de estas criaturas. Otros que lo fuimos en su momento, sentimos nostalgia, pero a la vez creemos que la magia de Pokémon residía en sus primeros años. Dicho esto, pocas cosas se le pueden recriminar a esta película porque como bien sabemos, se trata de una adaptación de uno de los muchísimos juegos que ha lanzado la franquicia. Prácticamente encontramos lo que esperábamos, protagonista inocente, un Pikachu parlante y divertido, villano predecible y genérico y en general una producción más próxima al cine de aventuras que al detectivesco. Como resultado tenemos un filme familiar muy apropiado para el disfrute del público juvenil, y por supuesto de aquel que esperaba con ganas e ilusión este producto por pertenecer a la franquicia que ya sabemos. ¿Es entretenida? sí, y es más, tiene su encanto por representar esa ciudad llena de Pokémon de la forma que lo hace, la cual es estupenda. También se puede apreciar el buen hacer visual de todos y cada uno de los diferentes Pokémon que aparecen. Insisto en que si te gustan estas entrañables criaturas, disfrutarás viendo esta cinta. No esperes gran cosa de parte del guion y déjate llevar por la nostalgia y el entretenimiento.