Una historia sencilla, pero a la vez muy bien contada. Este filme nunca llega a aburrir pese a resultar en ocasiones algo previsible. Digo en ocasiones porque reconozco que el final no me lo esperaba así. La animación en 2D es preciosa y resalta la belleza de la naturaleza prácticamente con cada escena. Las canciones están bien sin llegar a emocionar al espectador. La mayoría de ellas están cantadas por Phil Collins, quien anteriormente ya había colaborado con Disney en Tarzán. La película nos sitúa en las frías tierras salvajes de Alaska, donde un indio llamado Kenai se vuelve un oso para aprender una valiosa lección. Después de haber explicado la trama de un modo muy breve, voy a comentar acerca de los personajes. Estos están bien desarrollados, aunque cabe decir que alguno de los secundarios podría estar mejor en ese sentido. En cualquier caso, no se le puede reprochar mucho al relato en cuanto a eso. El mensaje que refleja el film no es ningún misterio y hasta lo deja entrever el propio título de la producción. La narración se pasa de forma rápida gracias en gran medida a la simpatía que transmiten los personajes principales. La relación de hermanos que surge y se va cimentando entre Kenai y Koda es enternecedora. Por otro lado, los hermanos alces no hacen ninguna gracia y hasta me atrevería a decir que sobran. Lo malo desde mi punto de vista es que no llega al nivel de sentimentalismo de otras obras de la misma compañía como mismamente El rey león, aunque también es cierto que eso es ya mucho pedir. Hermano oso se puede considerar como un decente trabajo del estudio que conoce bien sus limitaciones. Te lo recomiendo siempre y cuando no te esperes lo más de lo más.