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Voto de Franz Beckenbauer:
8
Terror Un asesino en serie enmascarado convierte un parque de atracciones en su patio de recreo aterrorizando a un grupo de amigos. Mientras tanto, un grupo de patrocinadores que está ese día en el parque se divierte pensando que todo forma parte del espectáculo. (FILMAFFINITY)
23 de mayo de 2019
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
El subgénero slasher es una variante del terror que empezó con La noche de Halloween (1978) de la mano del gran John Carpenter. La década de los años 80 supondría el máximo apogeo del slasher con cintas como Viernes 13 (1980), Pesadilla en Elm Street (1984) o Muñeco diabólico (1988). Todas ellas con un sin fin de secuelas que volvieron las cacerías de todos esos asesinos (Michael, Jason, Freddy y Chucky) en algo monótono y evidente. De modo que en la siguiente década cuando el subgénero de los acuchilladores temibles estaba prácticamente extinto, en 1996 Wes Craven hizo renacer al slasher de sus cenizas con Scream. Pese al resurgimiento se requería de nuevo otro estímulo. Entonces vinieron los remakes, que nos volvían a mostrar a los sádicos y crueles asesinos que ya conocíamos al estilo del cine actual. Sin embargo no había caras nuevas, nadie se atrevía a sacar a la luz un nuevo acuchillador que se hiciera un nombre en la lista de aquellos homicidas psicóticos a la que pertenecían Michael Myers y compañía.
En 2018 nos dieron Hell Fest, una cinta al más puro estilo del slasher cuya historia recuerda bastante a las cintas clásicas del subgénero psicópata en absolutamente todo. La historia es que un grupo de jóvenes amigos y amigas decide pasar la velada en un sitio llamado Hell Fest, un lugar de entretenimiento como un parque de atracciones, pero cuyo divertimento se basa en el terror a los visitantes que entran en él. La noche se estropea cuando un enmascarado y misterioso atacante comienza a llenar el recinto de auténtico terror al perseguir al grupo con la intención de matarlos a todos.
Si como ya sabemos todos la trama no se distingue precisamente por su gran originalidad, el simple hecho de ambientarla en un parque del terror la hace muy llevadera e interesante. Yo francamente no recuerdo ningún otro film que haya enfocado su miedo en un lugar parecido. De ahí mismo proviene el encanto peculiar de esta peli. Los escenarios ayudan mucho a la hora de recrear un ambiente terrorífico. El malvado enmascarado tiene vía libre para pasar desapercibido y matar a sus víctimas en cualquier rincón del recinto. Al encontrarse en un parque de miedo logra parecer uno más de la velada entre todos los que están allí. Cualquiera puede ser el malo y este puede estar en cualquier parte. Los personajes que son las presas no llegan a ser nada más que personas destinadas a huir y escapar hasta que el asesino dé con ellas. Algunas muertes molan por su elevado nivel de brutalidad. Una de las cosas que más me han gustado ha sido que en ningún momento se ve el rostro del asesino, lo que genera mayor intriga y suspense. Pese a ser uno más de todos los slasher que han hecho a lo largo de la existencia del subgénero creo que la posibilidad de una secuela no suena nada descabellada. Cinta que recuerda en cierta medida a La noche de Halloween por manejar una temática algo parecida. Por no hablar de que el asesino lleva puesta una máscara igual que Myers. Además el Hell Fest se celebra con el motivo de Halloween.
Esta es una película que hace honor a las demás del slasher porque representa a la perfección las características del subgénero y cuenta con un nuevo e interesante asesino que ojalá volvamos a ver en una futura secuela.
Franz Beckenbauer
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