Aquí tenemos otro slasher más de los años 80. La década de los 80 fue desde luego la de los slashers, un subgénero que ya había dado resultados muy positivos en los 70, gracias especialmente a la notable obra de John Carpenter, La noche de Halloween. En 1980 tuvimos la primera entrega de Viernes 13, una cinta que no tardó en ser un clásico de este tipo de cine. Y 3 años más tarde vino esta prima hermana de dicho metraje. Campamento sangriento no se caracterizó por tener una banda sonora que pusiera los pelos de punta ni por una cantidad de sangre anormal, pero sí por un giro final impactante que dejó a muchos con la boca abierta. Los personajes no están en absoluto mal interpretados, y hasta diría que se desarrollan con cierta fluidez en comparación con los que suelen aparecer en estas películas. La mayoría de estos son tan idiotas que no nos dan ninguna pena cuando van cayendo de uno en uno siendo víctimas del asesino de turno, es más, podría decir que disfrutamos porque como ya he dicho son tan idiotas que llegamos a pensar que en parte se lo merecen. No todos, eso sí. Además, creo que el filme logra el punto idóneo de terror justo en el último tramo, pues ahí es cuando todo adquiere un tono más oscuro y perturbador. En mi humilde opinión, esta producción está mejor trabajada que la ya citada de 1980. Los asesinatos logran ser originales pese a no verse muy currados técnicamente.