Lo primero y antes de nada es dejar claro que esta es la primera entrega de la saga que visiono, lo que en parte me viene bien, ya que como sabemos, se trata de una precuela de la primera parte, así que en el orden cronológico el que nos ocupa es el primer film. Aquí se nos explica, sin demasiado brillo, el comienzo u origen de la Purga. De esta forma vemos como un experimento pasa a ser una tradición. La trama nos sitúa en la isla Staten (Nueva York), lugar donde la prueba se realiza durante 12 horas. Medio día en el que la anarquía tiene vía libre. Sin duda, dicho experimento hace reflexionar al espectador si sería una buena idea o no en la vida real, algo de lo más lógico y normal, qué duda cabe. Los personajes principales tienen un desarrollo muy pobre, apenas son presentados y por consiguiente cuesta bastante empatizar con ellos. Hay que destacar la obvia, pero importante, crítica sociopolítica que transmite la cinta, no hay que ser demasiado agudo/a para verla, pues es tan clara que hasta un niño de 5 años la vería, pero ahí está. También valoro la calidad de las escenas de acción, bien filmadas todas. Por otro lado, no me agrada en absoluto el racismo que se ve, según la película la gente de color es buena y pobre, mientras que la gente blanca es mala y rica, dudo y mucho que el pueblo americano esté dividido así. Como producto de entretenimiento no es una mala opción, ahora bien, como buena producción no cumple, en cualquier caso, es mi humilde opinión. Luces y sombras he hallado en esta primera purga.