Esta película hecha en 1977 se enfoca en la famosa operación llamada Market Garden, la cual fue ejecutada por los aliados y consistía en ocupar todos los puentes del territorio holandés para tener vía libre hacia Berlín. Si bien es cierto que el plan en teoría era brillante, en la práctica no fue nada exitoso, pues no tuvo el desarrollo previsto. Pese a no ser una obra maestra, está muy cerca de serlo. La realización es espectacular mostrando la ya nombrada operación desde varias situaciones. El montaje de las escenas más intensas, es decir aquellas en las que hay fuego cruzado, es realísimo. Las explosiones y matanzas no pueden ser más realistas de lo que son. Y otras escenas previas a los combates también se ven realmente bien, hago alusión a la llegada de las tropas aliadas en los aviones que sobrevuelan el cielo de Holanda, y por supuesto cuando los millones de soldados bajan en paracaídas para pisar suelo holandés. La banda sonora es muy buena resonando conforme se produce la marcha militar. Creo que el filme utiliza bien el drama porque nunca abusa de este elemento y además cuando lo emplea refleja el horror que representan todas las vidas que la dichosa guerra se lleva por delante. Por lo demás, los escenarios se ven bien recreados y los actores, sin la necesidad de hacer unas actuaciones deslumbrantes, cumplen en sus correspondientes papeles. El reparto cuenta con varios nombres reconocidos: Sean Connery, Michael Caine, Robert Redford, Anthony Hopkins y Gene Hackman. Ninguno hace el mejor rol de su carrera, pero están todo lo correctos que deben. La película es larga, ya que dura algo más de 2 horas y media. Personalmente no se me hizo lenta ni aburrida en ningún pasaje, aunque esto ya es algo subjetivo. En mi opinión, Un puente lejano se conserva estupendamente después de más de 40 años desde que se hizo y siempre será por mucho más tiempo que transcurra una obra imprescindible del género bélico.