He aqui una de las pelis más conmovedoras, sentimentales, perfectas en casi todo, austera y sensacionales de la industria nacional.
Emocionante, este cuento sobre el amor, las relaciones, la situación argentina actual y sobre todo la humanidad, se lleva las palmas y conmueve con justa razón.
Quien no sienta algo al ver esta obra maestra de Juán José Campanella, sin duda es de piedra y muy dura.
Con un argumento maravilloso, con situaciones intensamente dramáticas y otras costumbristas, pintorescas y muy graciosas, este film brilla en cada fotograma y es un regocijo para quién lo vé.
Dirigida magistralmente, cuenta con los tres mejores actores de cine hoy en día y no se si en la historia argentina. Empezanda por el extraordinario Ricardo Darín, perfecto hasta en el más mínimo detalle, el excelente Hector Alterio, realmente sublime y Norma Aleandro, de quién no pude sentir más que admiración por su rol, tan difícil, extraornidario y sutil.
En este film también se revelan el hilarante Ernesto Blanco fresco y simpático como pocos, la muy expresiva Natalia Verbeke y la sensacional Claudia Fontán que con 15 minutos me hizo reir muchísimo.
Imprescindible, para emocionarse con esta comedia dramática de impecable factura.