De nuevo una niña como protagonista de un film de Disney, de nuevo una niña que se comporta como un niño, sin que sea eso nada de malo, pero esta vez sujeta a los deseos de un semidiós más grande que un armario doble y que la trata regular, tirándola al mar o abandonándola en una isla. De nuevo, maravillosa animación, con unos pelos frondosos que merecen ellos solos otra película. Y de nuevo un guion casi improvisado, con un cangrejo gigante y un ser de lava que no se sabe qué pintan en la película. Y, también, de nuevo una abuela como fuente de magia, poder y ternura. Una abuela que se define a sí misma como 'vieja loca', pues muy mal. Pues, finalmente, una peli de Disney para, de nuevo, solo pasar el rato.