Lo primero de todo, qué bellísimo es Buenos Aires en esta película, parece mismamente Nueva York pero todavía más cool, vamos, que ni Woody Allen. Segundo, ¿para qué hacer 'Sin hijos', comedia hispanoargentina, si copia todos y cada uno de los tópicos de todas las comedias románticas estadounidenses y británicas? Es que no prescinden de ninguno, desde la niña que habla como una persona de 30 años (y maquillada como una modelo a sus 10 años), al equívoco absurdo que se mantiene toda la película hasta el amigo o hermano que da consejos, la ex impertinente con su novio absurdo, los paseos por el parque, etc, etc. Es como 'Un niño grande' pero sin Hugh Grant, lo que es una pena.
Es más, cuando la estaba viendo pensé que solo faltaba el número de la función escolar con el niño... y de pronto aparece. Urf.