La película iba cerrándose perfectamente: la narración era contundente, la filmación era deslumbrante, los actores cumplían perfectamente sus roles, la historia mostraba infinidad de posibles finales, con historias de amor, redención, cambio, decepción y frustración, alegría y tristeza, la película se dirigía hacia su climax que prometía ser impactante....
Y terminó con un simplón intento de entremezclar acción, persecuciones y tiroteos, sumados a diálogos sacados de contexto y mal utilizados... La película cae en todo lo que Charlie le critica a Donald: la simplicidad, el cliché, el deseo de sorprender mediante la acción, dejando de lado el juego sentimental y emocional que venía siendo la película.