El guión no es nada original, los actores no están naturales, y sobretodo, no es nada entretenida. No te enseña nada sobre el valor de la vida, pero nada de nada.
Por si no lo habéis notado, era ironía. La película es maravillosa. El principio ya nos resume toda la película, pero sin que nosotros nos demos cuenta. Un señor mayor que camina por el arcén de la carretera, al que un policía le plantea dos preguntas sencillas. "¿De dónde viene?", a la que el responde "de allí", y "¿hacia dónde va?", a la que él, vestido con una chaqueta cubierta de copos de nieve, responde "hacia allá". Parece demasiado simple, pero a mí me dejó sin aliento.
La última cinta de Alexander Payne te va sorprendiendo cada vez más, a medida que pasan los minutos, y cuando llegas a un momento en el que no puedes pedir más, ¡bam! Y no digo nada más.
Tengo que decir, a su pesar, que Will Forte, al que hasta ahora no conocía y que interpretaba al hijo del protagonista, no me ha gustado nada. Y esto no es ironía. Al contrario, las interpretaciones de Bruce Dern y June Squibb han sido de 10. Sobretodo la de esta última, que ha sido todo un descubrimiento.