Es increíble lo poco que ha tardado esta serie en caer en los tópicos constructos que sufrimos a día de hoy.

Todo es liderado por mujeres que vienen de una vida cómoda y, de repente, son capaces de cargarse a ocho soldados o mercenarios, traficantes o lo que sea, bien equipados y armados, en menos de 30 segundos, o simplemente no necesitan dormir ni comer, porque son eso, heroínas sobrenaturales que sólo se preocupan por el bienestar de los suyos... el amor personificado y la forma que tiene la sociedad actual de mostrar a la mujer, algo "que no vale" pero que lo podemos convertir en oro... la sociedad machista por antonomasia aunque esté obsesionada por mostrar lo contrario.

Ahora resulta que las mujeres no tienen sus fuertes, sino que nos los tenemos que inventar. En fin.

Aburre ya esta forma de tener que meter todo con calzador, de tener que convertir a personajes en lo que no son y en cosas que ni mínimamente cuadran con la realidad.

Sabemos que es una serie de ficción, pero no por ello hay que poner a un personaje delante de un pelotón de fusilamiento y que llegue una mosca por el aire y los salve para no romper con los personajes, eso es absurdo, innecesario y hace que te sientas estúpido siguiendo una serie que te toma el pelo en cada cambio.