Retrata perfectamente lo que la sociedad americana entiende por perdedores. Los que eligen serlo y los que lo son sin quererlo. Disidentes del aburrimiento y la rutina que deciden pasar por encima de ella ensalzándola a base de burlas. Cinismo puro y duro, que se estrella dejando ver que detrás de cada caricatura, de cada personaje, hay una persona.

Una película de la categoría "Diferentes". Aunque no llega a plasmar al 100% la sordidez, la amargura y la apatía de los comics de Daniel Clowes, adapta amable y generosamente su universo, con un toque entrañable que Clowes no tiene.

Es la crítica más pedante que he escrito en mi vida. No sé ni lo que escribo.