'Ciudadano Kane' es, en mi opinión, la obra cumbre del cine: cimentada en un espectacular guión, nos presenta una obra tan innovadora como incomprendida en su época.

La audacia del máximo responsable de este proyecto, Orson Welles, fue absoluta: tenía 26 años cuando filmó esta película y optó por emplear (con magníficos resultados) unos actores que ni siquiera habían debutado en el mundo del cine; optó por romper el 'relato lineal' que solía emplearse en la época, apostando por la sucesión de flashback a partir de recuerdos de varios personajes (cosa inédita hasta esa fecha); usó la luz y las sombras, así como la fotografía, para crear una atmósfera que aún en la actualidad resulta impactante; superpuso imágines para enlazar escenas; fue un absoluto innovador con sus contrapicados; puso en práctica elipsis temporales anteriormente nunca vistas...

Por si todo esto fuera poco, es evidente que su Charles Foster Kane se inspiró en William Randolph Hearst, un empresario dedicado a los medios de comunicación que tenía una riqueza y un descomunal poder de manipulación y chantaje sobre la sociedad de la época. De hecho, son muchas las voces autorizadas que no dudan en señalar que el propio Hearst se valió de todo su poderío para impedir que Welles obtuviera mayores reconocimientos en Hollywood, en general, y en los premios Oscar, en particular. Pero Welles no tuvo miedo a enfrentarse a tan fiero rival y nos proporcionó la impagable oportunidad de disfrutar de una obra magistral...

La película estuvo nominada, en 1941, en nueve categorías de los premios Oscar: Mejor Película, Director, Actor Principal, Guión Original, Montaje, Fotografía, Banda Sonora, Dirección Artística y Sonido; sólo obtuvo una estatuilla (al Mejor Guión).