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Voto de pintusian:
3
21 de agosto de 2013
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Maggie McKeown (Heather Menzies) llega a un pequeño poblado tejano, situado junto a un río, buscando a una pareja de excursionistas que ha desaparecido. Para intentar encontrarlos, le pide a un lugareño llamado Paul Grogan (Bradford Dillman) que la ayude a recorrer la zona, en busca de algún indicio que le permita saber qué ha sucedido.
Ambos llegan a una antigua instalación militar que parece abandonada… tras revisarla de punta a punta, y con intención de vaciar una gran balsa que resulta sospechosa, Maggie acciona un mecanismo para evacuar el agua; en ese momento aparece el doctor Robert Hoak (Kevin McCarthy), un investigador que ha estado trabajando en un complejo proyecto, llamado ‘Operación Dientes de Cuchilla’.
Ese proyecto, financiado por los servicios militares estadounidenses, pretendía crear una raza mutante de pirañas, preparada para sobrevivir tanto en agua fría como en agua caliente… las pirañas, además, han sido modificadas genéticamente para tener la inteligencia suficiente como para poder ser empleadas en la Guerra de Vietnam. Aunque el conflicto bélico acabó en 1973, el científico ha seguido perfeccionando sus experimentos…
Pero ahora, esas pirañas han sido liberadas de la balsa en que estaban recluidas y han llegado al río de la zona… y, en plena época de turistas, sus potenciales víctimas se cuentan por centenares…
Ambos llegan a una antigua instalación militar que parece abandonada… tras revisarla de punta a punta, y con intención de vaciar una gran balsa que resulta sospechosa, Maggie acciona un mecanismo para evacuar el agua; en ese momento aparece el doctor Robert Hoak (Kevin McCarthy), un investigador que ha estado trabajando en un complejo proyecto, llamado ‘Operación Dientes de Cuchilla’.
Ese proyecto, financiado por los servicios militares estadounidenses, pretendía crear una raza mutante de pirañas, preparada para sobrevivir tanto en agua fría como en agua caliente… las pirañas, además, han sido modificadas genéticamente para tener la inteligencia suficiente como para poder ser empleadas en la Guerra de Vietnam. Aunque el conflicto bélico acabó en 1973, el científico ha seguido perfeccionando sus experimentos…
Pero ahora, esas pirañas han sido liberadas de la balsa en que estaban recluidas y han llegado al río de la zona… y, en plena época de turistas, sus potenciales víctimas se cuentan por centenares…
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Desoladora: así debo calificar la revisión de esta película, que vi siendo un crío de cinco años y que yo había idealizado. Sabía que muy bueno no iba a ser este film, porque el presupuesto fue muy escaso, los actores eran casi completamente desconocidos y en este tipo de películas no suele darse demasiada importancia al guión…
Vale, pues dicho todo esto… aún estoy en shock. Quiero decir… es evidente que, en 1978, se quiso aprovechar la gran acogida entre el público que tuvo ‘Tiburón’ (estrenada en 1975) para crear un ‘subproducto’ que intentaba crear una atmósfera similar (zona turística con bañistas atacados por un animal acuático), presentaba una ‘amenaza’ parecida (pirañas, en lugar de escualos), empleaba recursos visuales semejantes (cámara bajo agua que se acerca a la presa) y usaba una musiquilla que nadie se escandalizaría si calificamos como ‘plagio que ni siquiera se disimuló’… pero es que, incluso siendo generoso, el resultado es paupérrimo.
Estaba visionando la película y me he dado cuenta de que logra justo lo contrario de lo que (en teoría) pretende: si viendo ‘Tiburón’ se sentía tal aprensión por el mar que uno dudaba mucho de volver a ir a la playa algún día, viendo ‘Piranha’ se te antoja una buena idea meterte en un río lleno de pirañas asesinas… siempre que, evidentemente, la otra alternativa sea acabar de ver dicho film: y es que el dolor es similar, pero la agonía es mucho más corta.
Si dejamos de lado la bizarra trama argumental de la película (que no tiene pies ni cabeza… ¿qué será lo próximo? ¿periquitos con uñas muy afiladas para invadir Corea del Norte?), y admitimos que a los actores poco se les puede exigir… ¿qué más nos queda por analizar? Pues poca cosa. Sin olvidar que los diálogos son surrealistas, y rescato tres momentos concretos para escenificarlo:
1.- Una niña que está en un campamento de verano se pregunta si ha llegado alguna carta de sus padres. Respuesta del director del campamento: “No. Nadie se acuerda de ti”. (¿Jajaja?)
2.- Maggie y Paul han sido retenidos por unos militares. Paul le encarga a Maggie distraer al guardia, mientras él busca el modo de escapar. Ella le pregunta cómo hacerlo y él le sugiere que trate de seducirlo. Respuesta de ella: “¿Y si es mariquita?”. (¿Jajaja?)
3.- Un empresario está intentando promocionar su parque acuático, justo cuando las pirañas están atacando el río de la zona. Uno de sus trabajadores lo interrumpe, y el dueño del negocio le pregunta por el motivo de su presencia. Su subordinado le comenta: “Las pirañas se le están comiendo a los turistas”. (¿Jajaja?).
Ése es el nivel más alto de las ‘paridas’ de la película. Imaginad el resto.
En fin, estamos ante un film sólo apto para acérrimos aficionados al género… o bien para nostálgicos incondicionales (incapaces de admitir que la película ha envejecido fatal, y que ya en su día fue floja-floja-floja). El resto, mejor que busque otra alternativa.
Vale, pues dicho todo esto… aún estoy en shock. Quiero decir… es evidente que, en 1978, se quiso aprovechar la gran acogida entre el público que tuvo ‘Tiburón’ (estrenada en 1975) para crear un ‘subproducto’ que intentaba crear una atmósfera similar (zona turística con bañistas atacados por un animal acuático), presentaba una ‘amenaza’ parecida (pirañas, en lugar de escualos), empleaba recursos visuales semejantes (cámara bajo agua que se acerca a la presa) y usaba una musiquilla que nadie se escandalizaría si calificamos como ‘plagio que ni siquiera se disimuló’… pero es que, incluso siendo generoso, el resultado es paupérrimo.
Estaba visionando la película y me he dado cuenta de que logra justo lo contrario de lo que (en teoría) pretende: si viendo ‘Tiburón’ se sentía tal aprensión por el mar que uno dudaba mucho de volver a ir a la playa algún día, viendo ‘Piranha’ se te antoja una buena idea meterte en un río lleno de pirañas asesinas… siempre que, evidentemente, la otra alternativa sea acabar de ver dicho film: y es que el dolor es similar, pero la agonía es mucho más corta.
Si dejamos de lado la bizarra trama argumental de la película (que no tiene pies ni cabeza… ¿qué será lo próximo? ¿periquitos con uñas muy afiladas para invadir Corea del Norte?), y admitimos que a los actores poco se les puede exigir… ¿qué más nos queda por analizar? Pues poca cosa. Sin olvidar que los diálogos son surrealistas, y rescato tres momentos concretos para escenificarlo:
1.- Una niña que está en un campamento de verano se pregunta si ha llegado alguna carta de sus padres. Respuesta del director del campamento: “No. Nadie se acuerda de ti”. (¿Jajaja?)
2.- Maggie y Paul han sido retenidos por unos militares. Paul le encarga a Maggie distraer al guardia, mientras él busca el modo de escapar. Ella le pregunta cómo hacerlo y él le sugiere que trate de seducirlo. Respuesta de ella: “¿Y si es mariquita?”. (¿Jajaja?)
3.- Un empresario está intentando promocionar su parque acuático, justo cuando las pirañas están atacando el río de la zona. Uno de sus trabajadores lo interrumpe, y el dueño del negocio le pregunta por el motivo de su presencia. Su subordinado le comenta: “Las pirañas se le están comiendo a los turistas”. (¿Jajaja?).
Ése es el nivel más alto de las ‘paridas’ de la película. Imaginad el resto.
En fin, estamos ante un film sólo apto para acérrimos aficionados al género… o bien para nostálgicos incondicionales (incapaces de admitir que la película ha envejecido fatal, y que ya en su día fue floja-floja-floja). El resto, mejor que busque otra alternativa.