Media votos
6,1
Votos
150
Críticas
150
Listas
17
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de pintusian:
5
7,0
19.470
Drama
Tres jóvenes, Jim Stark, Judy y Platón, coinciden en una comisaría. Cada uno está allí por un motivo distinto: Jim está borracho, Judy se ha escapado de su casa y Platón acababa de matar a tiros a unos cachorros. El inspector Ray descubre que los tres mantienen una relación conflictiva con sus familias. A Jim y a Judy los van a recoger sus padres, pero Platón, hijo de una pareja divorciada, tiene que conformarse con la visita de la ... [+]
Sobrevalorado film sobre la rebelde juventud estadounidense de los años 50 que encumbró a James Dean
26 de agosto de 2013
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estados Unidos, mediados de los años 50. La familia de Jimmy Stark (James Dean) se acaba de mudar a Los Ángeles, ya que el joven adolescente tiene un carácter complicado: intenta no meterse en líos, pero acaba siempre peleando con otros chicos… tiene un carácter complicado, es irascible y posee una escasa habilidad para hacer amigos.
Además, Jimmy se siente avergonzado de su familia… a la que desprecia: su padre es un pusilánime, incapaz de afrontar con entereza decisiones complicadas; su madre (y la madre de ésta) son dos mujeres inquisitivas y dominantes, que proyectan en los demás sus propias inseguridades.
Jimmy conoce a dos personas en la comisaría de policía: a Judy (Natalie Wood), una joven que busca un ‘novio’ que le dé el amor que ya no recibe de su padre; y a John Crawford (Sal Mineo), a quien llaman ‘Platon’, un chico apocado, taciturno y muy introvertido… que carece de amigos y que se está criando sin sus padres, ya que éstos lo han dejado al cuidado de una niñera de raza negra (Marietta Canty).
Todos ellos forman parte de familias acomodadas, pero ninguno tiene un entorno familiar adecuado. El recién llegado Jimmy pronto se verá enfrentado a un líder pandillero del instituto, 'Buzz' Gunderson (Corey Allen)… produciéndose una terrible tragedia que desencadenará los acontecimientos…
Además, Jimmy se siente avergonzado de su familia… a la que desprecia: su padre es un pusilánime, incapaz de afrontar con entereza decisiones complicadas; su madre (y la madre de ésta) son dos mujeres inquisitivas y dominantes, que proyectan en los demás sus propias inseguridades.
Jimmy conoce a dos personas en la comisaría de policía: a Judy (Natalie Wood), una joven que busca un ‘novio’ que le dé el amor que ya no recibe de su padre; y a John Crawford (Sal Mineo), a quien llaman ‘Platon’, un chico apocado, taciturno y muy introvertido… que carece de amigos y que se está criando sin sus padres, ya que éstos lo han dejado al cuidado de una niñera de raza negra (Marietta Canty).
Todos ellos forman parte de familias acomodadas, pero ninguno tiene un entorno familiar adecuado. El recién llegado Jimmy pronto se verá enfrentado a un líder pandillero del instituto, 'Buzz' Gunderson (Corey Allen)… produciéndose una terrible tragedia que desencadenará los acontecimientos…
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Tras la ‘II Guerra Mundial’, se produjo un fenómeno social en Estados Unidos que parecía carecer de cualquier explicación lógica: no sólo en familias desestructuradas, sino también en algunas con un poder adquisitivo elevado, se daban a conocer casos de jóvenes adolescentes con un carácter agresivo, que se veían envueltos en peleas callejeras, cometían delitos y se enfrentaban contra cualquier figura de autoridad (fuera ésta familiar, policial, etc.).
Frente a esta situación, el cine quiso plasmar una parte de esta ‘realidad’ con películas que pretendían alertar a los padres de dichas circunstancias, para prevenirlos y hacerles ver (como comenta la madre del propio Jimmy, en un momento del film) que “escuchas noticias sobre estas cosas, pero siempre crees que les pasa a otros y no a tu familia”. Las películas tenían cierta ‘función social’ y querían fomentar una relación familiar que permitiera atajar este tipo de casos.
Sucede, creo yo, que ‘Rebelde sin causa’ quiso alertar sobre esa realidad… y acabó consiguiendo justo lo contrario: encumbró la figura del ‘rebelde’ James Dean, que se convirtió en un modelo de conducta para una juventud deslumbrada por su actitud desarraigada y temeraria, así como por su estética (camiseta blanca, jeans azules y chaqueta roja… laca en el tupé y cigarro en los labios). La trágica muerte del protagonista, poco antes del estreno de la película, acabó de darle el halo de romántica ‘trascendencia’ al film. Así que la película no MUESTRA la realidad… sino que acabó CREÁNDOLA. Los jóvenes no eran como él… querían parecerse a él. El matiz, opino yo, es importante.
Por otro lado, la realidad que intenta retratarse está tremendamente estereotipada: es sabido por todos que los jóvenes suelen sentirse incomprendidos por sus padres, y que intentan rebelarse contra su autoridad… pero mostrar al padre de Jimmy como un ‘calzonazos’ que va por casa con un delantal ridículo causa vergüenza ajena… por no hablar del tremendo machismo en las palabras de Jimmy, cuando le dice a un agente de policía: “Si mi padre se atreviera a darle un bofetón a mi madre… quizá ella fuera feliz… y dejaría de fastidiarle”. Asusta pensar que se pudiera ser tan rancio y retrógrado…
Lo cierto es que la película tiene un argumento pobre, con secuencias desestructuradas de lo que se supone que son 24 horas desenfrenadas, protagonizadas por el trío Dean-Wood-Mineo; los diálogos son flojos... aunque sí están bien el modo en que maneja la cámara el director (Nicholas Ray) y la fotografía...
En cuanto a las actuaciones, bastante bien James Dean (muy intenso en algunos momentos, aunque en otros está un poco sobreactuado); intrascendente Wood (a mi no me transmite nada); y notable Mineo, aunque uno acaba creyendo que su verosimilitud como joven retraído y marginado, con cierta indefinición sexual, se debe a que se estaba interpretándose a sí mismo… En cualquier caso, la evolución del carácter de los personajes es caótica e inverosímil… y supongo que eso lastra la labor de los actores…
En general, la película es excesivamente ‘teatral’, tiene un desarrollo irregular y cuenta una historia de un modo que ha envejecido bastante mal. Claro que las películas actuales que intentan reflejar el carácter rebelde de los jóvenes de hoy en día presentan historias de amor imposible entre adolescentes y vampiros… así que evitaré las comparaciones.
El carácter de ‘mito del cine’ que ha adquirido el film se debe fundamentalmente a James Dean (y a su muerte), y no está en absoluto justificado. Teniendo en cuenta lo bueno y lo malo que tiene, creo que un aprobado es lo más justo.
La película estuvo nominada en tres categorías en los premios Oscar de 1955: Mejor Actor de Reparto, Actriz de Reparto y Guión Adaptado. No se llevó ningún galardón.
Frente a esta situación, el cine quiso plasmar una parte de esta ‘realidad’ con películas que pretendían alertar a los padres de dichas circunstancias, para prevenirlos y hacerles ver (como comenta la madre del propio Jimmy, en un momento del film) que “escuchas noticias sobre estas cosas, pero siempre crees que les pasa a otros y no a tu familia”. Las películas tenían cierta ‘función social’ y querían fomentar una relación familiar que permitiera atajar este tipo de casos.
Sucede, creo yo, que ‘Rebelde sin causa’ quiso alertar sobre esa realidad… y acabó consiguiendo justo lo contrario: encumbró la figura del ‘rebelde’ James Dean, que se convirtió en un modelo de conducta para una juventud deslumbrada por su actitud desarraigada y temeraria, así como por su estética (camiseta blanca, jeans azules y chaqueta roja… laca en el tupé y cigarro en los labios). La trágica muerte del protagonista, poco antes del estreno de la película, acabó de darle el halo de romántica ‘trascendencia’ al film. Así que la película no MUESTRA la realidad… sino que acabó CREÁNDOLA. Los jóvenes no eran como él… querían parecerse a él. El matiz, opino yo, es importante.
Por otro lado, la realidad que intenta retratarse está tremendamente estereotipada: es sabido por todos que los jóvenes suelen sentirse incomprendidos por sus padres, y que intentan rebelarse contra su autoridad… pero mostrar al padre de Jimmy como un ‘calzonazos’ que va por casa con un delantal ridículo causa vergüenza ajena… por no hablar del tremendo machismo en las palabras de Jimmy, cuando le dice a un agente de policía: “Si mi padre se atreviera a darle un bofetón a mi madre… quizá ella fuera feliz… y dejaría de fastidiarle”. Asusta pensar que se pudiera ser tan rancio y retrógrado…
Lo cierto es que la película tiene un argumento pobre, con secuencias desestructuradas de lo que se supone que son 24 horas desenfrenadas, protagonizadas por el trío Dean-Wood-Mineo; los diálogos son flojos... aunque sí están bien el modo en que maneja la cámara el director (Nicholas Ray) y la fotografía...
En cuanto a las actuaciones, bastante bien James Dean (muy intenso en algunos momentos, aunque en otros está un poco sobreactuado); intrascendente Wood (a mi no me transmite nada); y notable Mineo, aunque uno acaba creyendo que su verosimilitud como joven retraído y marginado, con cierta indefinición sexual, se debe a que se estaba interpretándose a sí mismo… En cualquier caso, la evolución del carácter de los personajes es caótica e inverosímil… y supongo que eso lastra la labor de los actores…
En general, la película es excesivamente ‘teatral’, tiene un desarrollo irregular y cuenta una historia de un modo que ha envejecido bastante mal. Claro que las películas actuales que intentan reflejar el carácter rebelde de los jóvenes de hoy en día presentan historias de amor imposible entre adolescentes y vampiros… así que evitaré las comparaciones.
El carácter de ‘mito del cine’ que ha adquirido el film se debe fundamentalmente a James Dean (y a su muerte), y no está en absoluto justificado. Teniendo en cuenta lo bueno y lo malo que tiene, creo que un aprobado es lo más justo.
La película estuvo nominada en tres categorías en los premios Oscar de 1955: Mejor Actor de Reparto, Actriz de Reparto y Guión Adaptado. No se llevó ningún galardón.