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Colombia Colombia · Bucaramanga
Voto de Andres Botero:
9
Comedia. Drama Película basada en hechos reales del corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio). A mediados de los años 80, Belfort era un joven honrado que perseguía el sueño americano, pero pronto en la agencia de valores aprendió que lo más importante no era hacer ganar a sus clientes, sino ser ambicioso y ganar una buena comisión. Su enorme éxito y fortuna le valió el mote de “El lobo de Wall Street”. Dinero. Poder. Mujeres. ... [+]
5 de diciembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi “El lobo de Wall Street” (USA, 2013), dirigida por el maestro Scorsese que narra la vida desenfrenada de un hombre sin escrúpulos: Jordan Belfort. Este filme, largo pero cautivante, es toda una aventura del director, que nos deja exhausto (hay un punto donde el espectador está casi al límite de su tolerancia) al ver la corrupción del corredor de bolsa Belfort y de todo aquello que lo rodea. Pero justo aquí se ve la brillantez del director y de Terence Winter (guionista): dosificar el repudio del espectador con su emoción por saber qué sigue. Todo confluye para este arduo equilibrio, la música es adecuada, las imágenes pulcras y bien pensadas, pero lo más destacable es la electrificante actuación de Leonardo DiCaprio, quien una vez más deja en claro que si se lo propone puede ser de los mejores actores de la industria. Ahora bien, Scorsese sigue una línea de exposición de la corrupción estadounidense. Claro está que en este filme lo hace de forma más cruda jugándosela el todo por el todo. Sin embargo, aquí puede estar el riesgo para un espectador pasivo: llegar a considerar como mero entretenimiento (o incluso como deseable) la perversión expuesta. A veces pienso que filmes como éste, donde no es clara una exposición crítica (esto se le deja al espectador), se dé lugar a una “banalidad del mal”. Pienso, por ejemplo, la forma tan sigilosa en la que el protagonista, para salvar su pellejo, decide denunciar a todos, amigos y no, aspecto que merece ser reflexionado por el espectador, dejando en claro que no hay redención. Otro asunto que no hay que perder de vista es cómo el filme cambia de ritmo en tres oportunidades. La primera mientras se expone sus inicios honestos en la carrera comercial. Otra el desenfreno total (que tal vez exagera y va más tiempo del que merecía) y por último su retiro de la firma comercial y su decadencia (más pausado en la narración pero al que se le dedica menos tiempo). Un buen ejemplo de este último cambio de ritmo es la escena en la que el agente del FBI, luego de cumplir su deber, está observando a las personas en el metro. En fin, es importante ver cómo el cambio de ritmo se ve incluso en la fotografía. En fin, esta película exige un espectador activo y crítico. La recomiendo: 04-12-2014.
Andres Botero
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