Esta película nos traslada a la hipótesis soñada, que no deseada, de que la guerra fría estallase. Una estupidez en otro terreno (actualmente de moda) y los misiles dispuestos a masacrar. La idea es acojonadamente buena.

El tema, que da para una superproducción, pierde lustre con un presupuesto tan bajo. Nos quedamos con las ganas de ver más y mucho se nos ofrece mediante fríos carteles que le dan un aire de falso documental y película de enseñanza para estudiantes (se dan datos relativamente fiables)

Me gusta mucho la zona concentrada en que las bombas van cayendo, el film toma un aire nervioso y se contagia un lógico sufrimiento ante el futuro y la muerte inminente, son 20 minutos que aconsejaría ver a todos. Lástima que el futuro no nos haga vibrar tanto y se quedé incluso largo (o eterno)