No disfruto criticar producciones de mi país, pero cuando un producto es vendido como el gran éxito de los últimos años y resulta el bodrio que fue esta cinta, debe ser tratada con dureza. El gran fallo de la película no es lo mala que es en sí misma, sino que pretenda logros más allá de sus límites, y peor aún, que haya público que celebre la mediocridad y consecuente la baja calidad dejándose llevar por su contenido cursi. Es todo un catálogo de lo que una película no debe ser, fallas que hasta espantan por ser manejadas no en tono de burla de sí misma (como algunas películas suelen hacer, basándose en clichés y absurdos solo para mofarse de ello) sino con tal seriedad que da pena. El guión es muy barato, los diálogos son ridículos, el humor en general es insoportablemente básico, los momentos chuscos además que no dan risa están mal realizados, la trama cae en absurdos propios de una fábula para niños idiotas. Es increíble que en una película de talla supuestamente internacional se incluyan actores de segunda categoría u otros que ni siquiera son actores y aparecen solo por su relación con el creador de este coctel de pobreza creativa. Las actuaciones son de bajo nivel, pero resalta el protagonista que con nulos recursos actorales hace el personaje que ha hecho toda su vida, sin lograr credibilidad. El único papel decente es el de Loreto Peralta logra cumplir cabalmente con lo que le toca a pesar del personaje superficial y además inverosímil que interpreta, ya que al tener 7 años claramente muestra y se comporta de mucho más edad. Algo de lo más repulsivo es la forma tan insultante en que intenta manipular al final con giros y golpes bajos, momentos de lágrima fácil y situaciones del más grotesco sentimentalismo, y lo penoso es que ni siquiera en esa manipulación sentimental logra ser eficaz debido a lo predecible y básica que es. En general una película mediocre, tonta, mal hecha y que significa un retroceso para el cine mexicano.