Una película bastante interesante desde su inicio con un concepto dirigido a mostrar el efecto del sonido en el cine y como una circunstancia un poco kafkiana lleva a un personaje a la inmersión dentro de la ficción hasta llegar al delirio. El efecto se consigue con buena dosis de suspenso y terror psicológico, sin embargo el guión es bastante débil al combinar elementos de la trama y personajes en una intriga que aunque no es compleja ni confusa, al final no queda clara. El director, más que contar una historia busca construir una atmósfera y una estética algo sicodélicas y un poco surrealistas, remitiendo al estilo David Lynch. Todo esto hace que la cinta completa sea entretenida y bastante digna de verse y escucharse, ya que la banda sonora juega un importante papel en el suspenso. Al final hay poca contundencia y casi puede llegar a sentirse que fue una pérdida de tiempo toda la cinta al no mostrar un mensaje o una dirección clara de hacia donde quería llegar. Reconocimiento por su originalidad y buena realización, que con austeridad y minimalismo logra bastante, aun así, para ver con pocas expectativas.