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Voto de Garcilento:
5
4,8
39
Acción
En el siglo 17 Japón se divide entre dos fuerzas. El ejército principal del este por el señor de la guerra Tokugawa Ieyasu y el ejército occidental que lucha por el clan de Toyotomi. A pesar de ganar una batalla reciente, las cosas se ven sombrías para el ejército oriental. El ejército de Toyotomi tiene un suministro de armas de fuego modernas, un arma que podría cambiar el rumbo de la guerra. Tokugawa Ieyasu envia a su samurai de ... [+]
25 de julio de 2021
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Un film histórico de aventuras muy "kistch", con diálogos a veces rimbombantes que rozan el ridículo, situaciones y actuaciones muy recargadas, igual que los vestidos, todo muy de film de aventuras juvenil en plan "Los Tres Mosqueteros", pero ambientado en Japón y España y con samuráis. La música demasiado cargante, y con ciertos anacronismos (ver spoiler).
Para ser de 1991, muy obsoleta película, pertenece a un tipo de cine de aventuras superado que ya no se hacía en los 90. Solo tiene como aliciente que aparece el soberbio Toshiro Mifune, en una calcada repetición de su papel en la serie "Shogun" de 1980.
Para ser de 1991, muy obsoleta película, pertenece a un tipo de cine de aventuras superado que ya no se hacía en los 90. Solo tiene como aliciente que aparece el soberbio Toshiro Mifune, en una calcada repetición de su papel en la serie "Shogun" de 1980.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El Rey Español correspondiente a la época (1602), Felipe III, era mucho más joven de lo que se ve en el film. En concreto en ese año contaba con 24 años de edad, mientras que en la película aparece ya madurito cincuentón.
Y en uno de los combates ya en España, el "samurai" raja una larguísima bandera o pendón de color rojigualda, dando a entender que era el pabellón español, pero eso es un completo anacronismo, puesto que dichos colores no se adoptaron por el Reino Español hasta el reinado de Carlos III, en la segunda mitad del S. XVIII.
Y en uno de los combates ya en España, el "samurai" raja una larguísima bandera o pendón de color rojigualda, dando a entender que era el pabellón español, pero eso es un completo anacronismo, puesto que dichos colores no se adoptaron por el Reino Español hasta el reinado de Carlos III, en la segunda mitad del S. XVIII.