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España España · CUENCA
Voto de ÁNGEL:
8
Intriga. Drama Una niña aparece asesinada en el bosque de un pequeño pueblo suizo. Inmediatamente las sospechas recaen sobre el viejo vendedor ambulante que encontró el cadáver. Únicamente el comisario Mattei duda de su culpabilidad, pero se acaba de jubilar y deja el caso en manos de un compañero. Ya en el aeropuerto, a punto de despegar su avión, a Mattei le vienen a la mente algunos detalles contados por los niños de la escuela; decide entonces ... [+]
11 de noviembre de 2010
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es muy posbile que si Ladislao Vajda fuese un director americano reconocido, clásico, y no, como lo es, un director húngaro que hizo algunos trabajos en España, donde se le conoció más que por ninguna otra película por Marcelino pan y vino, si esto hubiese sido así, desde luego El Cebo (1958) estaría en la lista de los "thrillers" clásicos (como lo está, por ejemplo, M, el vampiro de Dusseldorf (1931) de Fritz Lang, que, bueno, tampoco era americano).

Me la recomendó una compañera de trabajo. Yo tenía leves recuerdos de la infancia: ese asesino mostrando sus guiñoles por encima de la solapa de su chaqueta a la niña para camelarla o el dibujo que había hecho del "gigante" la niña asesinada del inicio de la película. Imágenes que quedan grabadas para siempre, porque impactan en el niño, como la historia misma, como la cara de ese asesino... y sus manos. Imágenes de la infancia. Imágenes de nuestra infancia en blanco y negro. La volví a ver hoy, con mi hijo en la mesa haciendo sus deberes escolares. Pero los deberes pronto quedaron aparcados porque el chico no podía apartar su mirada de la pantalla. No le reñí, porque me veía a mí mismo, de pequeño, embelesado con la misma película. Algo mágico ha de tener, una especie de hipnotismo que atrapa a los niños. También a los mayores, porque es una cinta que no ha envejecido demasiado a mi modo de ver. Posiblemente percibamos como planos a algunos personajes (al comisario, por ejemplo), pero alcanza, o sobrepasa, la nota de 8. Así que te la recomiendo, lector, si has llegado hasta aquí, para que la apuntes en tu lista de pendientes. Yo ya he puesto también en mi lista otra de este mismo director arrinconado: Mi tío Jacinto (1956) de la que he leído críticas estupendas.

En fin, un hallazgo, un tesoro desenterrado, un viaje a la infancia. ¡Qué raro se hace que los sedientos americanos no hayan hecho un remake de ella!
ÁNGEL
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