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Voto de Nuño:
9
28 de marzo de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Psicosis
En 'Psicosis' de Hitchcock, coetánea del film de Franju, la enfermiza influencia de la mansión y el motel Bates es acentuada por dos personajes, dos elementos de maldad, ideados de forma que inspiran terror. Por un lado, Norman, objeto de un siniestro desorden psicológico que le hace ser imprevisible; por otro, su madre, a la que la muerte no le impide ejercer su represión. En 'Los ojos sin rostro' no existe personaje intrínsecamente malvado. El doctor Génessier actúa vilmente, pero movido por el amor paterno-filial. La secretaria le asiste con total transigencia, pero en agradecimiento a la ayuda que le prestó. Christiane, aunque contrariada, calla ante lo que ve, por la ilusión de recuperar un esplendor arrebatado. No hay presencias fantasmagóricas ni vampíricas: no hallamos una maldad enteramente irracional o impulsos viscerales. No obstante, la película inspira un malsano terror.
Elementos
La mansión como laberinto, como mausoleo de almas. Ladridos de perros enclaustrados en sótanos oscuros. Quirófanos subterráneos, repletos de asépticas herramientas de sanación que son usadas, en verdad, como armas para dar muerte. Los vagares, como de fantasma perdido, de una persona sin rostro. La maleabilidad de la carne, de una Christiane reducida a una suerte de frágil Frankenstein huidiza. El silencio, que evoca la mortal soledad del monstruo, la angustia de aquel que espera eternamente. La presión del aire, la lentitud deliberada e hipnótica de la cámara durante la operación, como de pesadilla en suspensión.
Emoción
Tres momentos de gran intensidad. La visita de la hija a los perros, inocentes compañeros de cautiverio: se despide de ellos y, cerrando la puerta, los devuelve a unas injustas tinieblas. El suicidio de Edna: escapa de sus captores, no para salvar la vida o con fines revanchistas, como el espectador espera; sólo huye para que la dejen morir, sin cara, casi anónima. La degradación del rostro de Christiane, expuesta en forma de contundentes diapositivas; la volatilidad de una falsa ilusión que se diluye como un espejismo.
Fábula
'Los ojos sin rostro' tiene la estructura de un cuento pesadillesco; todo lo que acontece es, dentro de una firme irrealidad, perfectamente humano. Como todos los cuentos, alecciona. Finaliza con unos personajes a los que sus propios anhelos acaban consumiéndolos, con una Christiane que ha asimilado que no tiene rostro, dirigiéndose a la oscuridad de la noche y a la paz que su claustro, sostenido por una ingenua esperanza, le negaba.
Gracias.
En 'Psicosis' de Hitchcock, coetánea del film de Franju, la enfermiza influencia de la mansión y el motel Bates es acentuada por dos personajes, dos elementos de maldad, ideados de forma que inspiran terror. Por un lado, Norman, objeto de un siniestro desorden psicológico que le hace ser imprevisible; por otro, su madre, a la que la muerte no le impide ejercer su represión. En 'Los ojos sin rostro' no existe personaje intrínsecamente malvado. El doctor Génessier actúa vilmente, pero movido por el amor paterno-filial. La secretaria le asiste con total transigencia, pero en agradecimiento a la ayuda que le prestó. Christiane, aunque contrariada, calla ante lo que ve, por la ilusión de recuperar un esplendor arrebatado. No hay presencias fantasmagóricas ni vampíricas: no hallamos una maldad enteramente irracional o impulsos viscerales. No obstante, la película inspira un malsano terror.
Elementos
La mansión como laberinto, como mausoleo de almas. Ladridos de perros enclaustrados en sótanos oscuros. Quirófanos subterráneos, repletos de asépticas herramientas de sanación que son usadas, en verdad, como armas para dar muerte. Los vagares, como de fantasma perdido, de una persona sin rostro. La maleabilidad de la carne, de una Christiane reducida a una suerte de frágil Frankenstein huidiza. El silencio, que evoca la mortal soledad del monstruo, la angustia de aquel que espera eternamente. La presión del aire, la lentitud deliberada e hipnótica de la cámara durante la operación, como de pesadilla en suspensión.
Emoción
Tres momentos de gran intensidad. La visita de la hija a los perros, inocentes compañeros de cautiverio: se despide de ellos y, cerrando la puerta, los devuelve a unas injustas tinieblas. El suicidio de Edna: escapa de sus captores, no para salvar la vida o con fines revanchistas, como el espectador espera; sólo huye para que la dejen morir, sin cara, casi anónima. La degradación del rostro de Christiane, expuesta en forma de contundentes diapositivas; la volatilidad de una falsa ilusión que se diluye como un espejismo.
Fábula
'Los ojos sin rostro' tiene la estructura de un cuento pesadillesco; todo lo que acontece es, dentro de una firme irrealidad, perfectamente humano. Como todos los cuentos, alecciona. Finaliza con unos personajes a los que sus propios anhelos acaban consumiéndolos, con una Christiane que ha asimilado que no tiene rostro, dirigiéndose a la oscuridad de la noche y a la paz que su claustro, sostenido por una ingenua esperanza, le negaba.
Gracias.