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Voto de Cinematic:
8
Drama. Comedia Margot Zeller (Nicole Kidman), además de ser una inteligente escritora de relatos cortos, es una mujer neurótica y manipuladora. Se presenta por sorpresa, con su hijo Claude (Zane Pais), para asistir a la boda de su hermana Pauline (Jennifer Jason Leigh), a la que no ha visto en mucho tiempo. En cuanto conoce a Malcolm (Jack Black), el futuro marido de su hermana, empieza a sembrar cizaña para frustrar la boda, consiguiendo que poco a ... [+]
27 de diciembre de 2008
19 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inesperada fue la sorpresa que me llevé con Margot y la boda. No sé por qué pensé que, tras su debut, Noah Baumbach tiraría más hacia lo comercial con su segunda película. Pero no sólo no lo ha hecho, sino que ha enfatizado ese carácter independiente y deliciosamente personal, demostrando que le importa un comino que le abucheen en Sundance o que la mitad de los que vean su película la rajen sin piedad; no ha corrompido su estilo en favor de los intereses de una gran productora o de ganar premios en un festival, sino que ha contado su historia, a su modo, y deduzco que no tuvo grandes restricciones para ello. Pocos directores actuales se mojan tanto a la hora de mostrar a sus personajes en todas sus vertientes, sin eludir detalles escabrosos (este, junto con Todd Solondz, me parecen los dos principales exponentes de esto). Baumbach es de la filosofía de “habla sobre lo que mejor conozcas”, su cine es muy autobiográfico y esto se nota mucho. Por eso no comprendo cuando alguien dice que sus personajes son inverosímiles, o las situaciones increíbles, cuando el director se ha basado en traumas de su propia vida, reales.

Comprender el modo de narrar de Baumbach es comprender qué motiva a sus personajes, y para esto debemos remitirnos a su debut. A su pasmosa facilidad en untar de verdad a sus personajes, a la silenciosa evolución de estos que deducíamos mediante su conducta, a sus miradas suplicando comprensión. Su segundo film tiene las mismas constantes, se nutre a base de la franqueza de sus personajes. El personaje de Nicole Kidman, sobre todo, está lleno de matices. La breve aparición de John Turturro es vital para que comprendamos qué imagen tiene de sí misma, sobre todo en la emotiva escena en la que esperan fuera del coche (y en otra más tarde con su hijo). Nos damos cuenta de que utiliza la verborrea para ocultar sus deseos primarios, sólo que el personaje de Turturro cala y acepta esa vulnerabilidad y el hijo sólo recibe el impacto directo de sus palabras. También queda patente su naturaleza contradictoria, salvo en el final, en el que finalmente parece haber aclarado su orden de prioridades. Ese arrebato sorprende y conmueve, por humano. Muchas películas en las que el amor es el tema central matarían por saber contar todo lo que cuenta esta sobre él en una sola escena.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Cinematic
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