Interesante película de gánsteres que sigue la estructura habitual del género, es decir, muestras los inicios, la prosperidad y decadencia, de una organización mafiosa o más bien de un capo de una de estas organizaciones, pero utilizando un montaje y unos recursos narrativos algo distintos a lo que estamos acostumbrados.

Esta es una película que en cierto modo avanza a golpe de efecto, a partir de los puntos significativos de una trama larga que está detrás de las múltiples elipsis que pueblan el montaje. Esta manera de contar la historia tiene sus ventajas, se obtiene un metraje más razonable que no se va hasta las casi tres horas como nos tiene acostumbrados las producciones del género y por otra parte consigue imponer un ritmo, salvo por algunos momentos, muy dinámico a la cinta, pero que tiene que pagar un peaje, y es la sensación de cierta irregularidad que termina transmitiendo la película.

Además de los alicientes típicos del género este trabajo ofrece otros aspectos bastante interesantes, como es el retrato yakuza, unas buenas interpretaciones aunque empañadas por un doblaje discreto, y una dosis bastante alta de sentido del humor además de una violencia explicita y cruda que en este tipo de películas siempre acostumbra a ser un recurso habitual, pero que en este film en concreto quizá está llevado hasta un punto un poco más extremo.

En definitiva, una muy buena película de Mafia, que ofrece suficientes diferencias respecto a las grandes del género como para poder disfrutarla como una obra original y además de bastante calidad.