Una película excepcionalmente dirigida, con excelente planos secuencias y grandes recursos detrás de la cámara, pero que se ve empañada gravemente por unas actuaciones muy poco convicentes y un guión demasiado artificioso (al menos en su versión doblada), la película es realmente interesante, la historia muy atractiva, y las divagaciones pseudo-filósoficas acertadas, pero a pesar de todo, y aunque la labor de Stewart es excelente, el resto del reparto no está a la altura, las situaciones parecen forzadas y eso hace que la película termine pareciendo un puzzle ya preparado en que el director encaja las piezas a su gusto, pero que al ojo del espectador termina pareciendo artificioso.

Quizá sea un poco duro con esta película, sobre todo teniendo en cuenta mis criterios habituales a la hora de juzgar las películas, pero el caso es que por alguna extraña razón de este film esperaba mucho y me ha dado sólo lo justo y mínimo que se puede esperar en un film del gran Alfred, una soberbia dirección.