Si hubiese una palabra para definir esta obra de arte, esa palabra sería "Belleza", hi hubiera otra opción, probablemente sería "Sensibilidad". Efectivamente, "Belleza" y "Sensibilidad" es lo que contiene esta película en un grado tan alto que creo que es prácticamente imposible de superar en el terreno de la animación.
En realidad, la historia que presenta esta película no funcionaría con otra técnica de animación. La animación usada da una viveza enorme a los movimientos, paisajes y expresiones de los personajes. Es una historia que se centra mucho en el sentimiento y en la contemplación, en ver y sentir, en ser la propia protagonista, y la animación arriesgada y sumamente artística se mete dentro de estas ideas y nos transporta a dichos sentimientos, paisajes y movimientos, pues resulta además muy fluida y dinámica.
Ciertamente. la historia da libertad al espectador para interpretarla como guste. Si bien es sencilla, es intensa. Cierto es que hay algunos clichés, pero igualmente lo es que es una adaptación de una obra muy antigua, por lo que los personajes no deberían estar tan "modernizados". La protagonista no es en absoluto un personaje plano, y presenta varias contradicciones en su interior mientras que evoluciona y observa su entorno.
La música es otro asunto importante. Al igual que la fluida animación, se mete dentro de los huesos y transmite a la perfeción la esencia de alguna escena en concreto. Resulta curioso escuchar la misma pieza en una escena supuestamente alegre y en otra supuestamente triste, encajando perfectamente en ambas, lo cual incide en la ambigüedad emocional de la música, que depende del sujeto o de las imágenes.
En definitiva, tanto en música, en historia, en animación, en personajes y en profundidad, esta película merece la calificación máxima. Una absoluta e incandescente obra artística de increíble calidad que se ha convertido en la mejor película de animación que yo haya tenido ocasión de ver, contemplar y admirar.

Bellísima.