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Voto de PEGASO:
10
7,1
77.304
Drama
Madrid. Manuela, una madre soltera, ve morir a su hijo el día en que cumple 17 años, por echarse a correr para conseguir el autógrafo de Huma Rojo, su actriz favorita. Destrozada, Manuela viaja entonces a Barcelona en busca del padre del chico. (FILMAFFINITY)
29 de noviembre de 2010
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de tantas películas donde Almodóvar profundiza en la comedia unas veces, otras en el drama, historias desiguales, algunas excesivas y otras más aburridas, nos encontramos con la que considero su obra maestra. Y creo que tiene bastantes motivos para ello: para empezar no puedo sino elogiar la excelente interpretación de la eternamente maravillosa actriz argentina y guapísima CECILIA ROTH, que no había vuelto a aparecer como protagonista con ALMODÓVAR salvo algun pequeño cameo desde su papel algo cómico en LABERINTO DE PASIONES, su segundo largometraje allá por los oscuros años 80. Casi veinte años después y poniendo fin a la gloriosa década de los 90, Cecilia regresa triunfal con un papel más maduro, no sólo por la edad, sino por el propio guión.
Otros personajes son Toni Cantó como Lola que casi estropea el final ya que Almodóvar eligió para hacer de Lola a uno de los actores masculinos con menos imagen femenina para poner peluca; Carlos Lozano como Mario del Toro está en su línea, flojito; la mínima aparición de Fernando Guillén como Benigno García y la no acreditada hija Cayetana Guillén Cuervo como la compañera de trabajo de Manuela. Eloy Azorín se estrena guapísimo y estupendo como siempre como el hijo Esteban. Y pequeñas colaboraciones de Carmen Balagué como otra actriz de la obra, Patxi Fréytez, Agustín Almodóvar, etc.
Sobra la escena de las cuatro amigas hablando de las pollas sin parar que se hace excesivo.
En resumen, Manuela no es sólo la madre de los dos Esteban, una madre coraje contra el SIDA, sino también es la madre que todos tenemos, la madre que todos queremos, y la madre que los protagonistas necesitan, desean y reciben. Gracias, Manuela. Gracias, mamá.
Otros personajes son Toni Cantó como Lola que casi estropea el final ya que Almodóvar eligió para hacer de Lola a uno de los actores masculinos con menos imagen femenina para poner peluca; Carlos Lozano como Mario del Toro está en su línea, flojito; la mínima aparición de Fernando Guillén como Benigno García y la no acreditada hija Cayetana Guillén Cuervo como la compañera de trabajo de Manuela. Eloy Azorín se estrena guapísimo y estupendo como siempre como el hijo Esteban. Y pequeñas colaboraciones de Carmen Balagué como otra actriz de la obra, Patxi Fréytez, Agustín Almodóvar, etc.
Sobra la escena de las cuatro amigas hablando de las pollas sin parar que se hace excesivo.
En resumen, Manuela no es sólo la madre de los dos Esteban, una madre coraje contra el SIDA, sino también es la madre que todos tenemos, la madre que todos queremos, y la madre que los protagonistas necesitan, desean y reciben. Gracias, Manuela. Gracias, mamá.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
No hay historia más hermosa y a la vez triste y desgarradora que la de una madre que lo ha dado todo por un hijo y ve cómo su mundo se viene abajo cuando éste muere atropellado por un coche mientras perseguía a su ídolo. Con este guión y con Cecilia Roth y esa banda sonora de Alberto Iglesias, la historia está prácticamente hecha. Si a eso le añadimos unas pizcas de comedia y unas grandes actrices, creo que no hay más que contar. Una de las mejores películas del cine español. Poco más puedo añadir sobre el personaje de Manuela Coleman Echevarría, con escenas todas míticas y fantásticas como cuando ella es la que escucha cómo los médicos le piden que done los órganos de su hijo cuando era ella la que coordinaba las clases de ensayos para casos reales, cuando le dice a su hijo que ya ha hecho todo lo que una madre puede hacer por un hijo (cosa que vemos que no es del todo cierto ya que Manuela nunca termina de luchar por su hijo ni aún muerto), cuando espía a la persona que ha recibido la donación de órganos, cuando no teme entrar en la zona de las prostitutas de Barcelona buscando al padre, cuando se convierte en la madre adoptiva de corazón de Rosa, cuando confiesa mil veces sufriendo un infierno que su hijo murió atropellado, cuando sustituye a Nina en UN TRANVÍA LLAMADO DESEO, todo con su dulzura natural, su voz cálida, sus llantos desgarradores, su amor de madre que emana en toda la película... No tiene precio. Almodóvar no podrá superar jamás esto aunque quiera. Su escena clave: cuando confiesa a Lola/Esteban que también tuvo un hijo con ella y murió hace seis meses. Esa escena derrumba el corazón más duro. La película, sin embargo, tiene su final feliz con tanta tragedia por detrás. Ella marcha a Barcelona al principio de la película sin su hijo Esteban pero regresa a Madrid con él. Así es la vida.
La película tiene otros grandes personajes: Marisa Paredes como Huma Rojo, siempre la diva destrozada como en Tacones Lejanos o La Flor de mi Secreto, en esta ocasión como una lesbiana que necesita el lado maternal de Manuela y sus consejos; Candela Peña estrenándose en el cine con Almodóvar como Nina Cruz la adicta al caballo que acaba volviéndose heterosexual; la novel pero espléndida Antonia San Juan que, a veces, de tan rápido no se la entiende pero, como ella dice, sólo quiere agradar y lo consigue, con esa escena divertida de su monólogo que intentó repetir Almodóvar con burda copia en La mala educación con Javier Cámara; Penélope Cruz por segunda vez con más protagonismo y estupenda aunque poco favorecida físicamente con el papel de la Hermana Rosa que poco tiene de monja y mucho de pervertida pero con gran corazón cuya triste muerte conmueve; y Rosa María Sardá como la madre de Rosa que cuida del padre con alzhéimer, el viejo testarudo Fernando Fernán Gómez.
La película tiene otros grandes personajes: Marisa Paredes como Huma Rojo, siempre la diva destrozada como en Tacones Lejanos o La Flor de mi Secreto, en esta ocasión como una lesbiana que necesita el lado maternal de Manuela y sus consejos; Candela Peña estrenándose en el cine con Almodóvar como Nina Cruz la adicta al caballo que acaba volviéndose heterosexual; la novel pero espléndida Antonia San Juan que, a veces, de tan rápido no se la entiende pero, como ella dice, sólo quiere agradar y lo consigue, con esa escena divertida de su monólogo que intentó repetir Almodóvar con burda copia en La mala educación con Javier Cámara; Penélope Cruz por segunda vez con más protagonismo y estupenda aunque poco favorecida físicamente con el papel de la Hermana Rosa que poco tiene de monja y mucho de pervertida pero con gran corazón cuya triste muerte conmueve; y Rosa María Sardá como la madre de Rosa que cuida del padre con alzhéimer, el viejo testarudo Fernando Fernán Gómez.