Odd taxi atrapa desde el inicio con su estética y personajes. Rápidamente engancha más y más por la trama que va poniendo todas las piezas sobre el tablero por el que se mueven los variopintos personajes. Poco a poco se ahonda en una historia detectivesca con mafiosos, ganadores y perdedores. Lentamente los variopintos personajes que se han ido presentando se van colocando en la historia hasta que todo encaja.

Bien es cierto que no es una serie perfecta. Personalmente encuentro que no todos los personajes aportan mucho realmente, como por ejemplo los del dúo cómico.

En cuanto a la trama, está muy bien hilada y mantiene el interés hasta el final. Aun así, he encontrado que para lo que realmente se está contando tal vez se peque de incluir demasiados elementos y se enmascaren las cosas solo para tener un misterio del que estar pendiente.

Kotogawa, el taxista que protagoniza este anime, es un hilo conductor muy firme, aunque su progresión es un tanto precipitada. Pasa de ser una figura en segundo plano a meterse de lleno en la acción. Cierto que “la acción” empieza a afectarle a él y a sus compañeros más allegados, pero para alguien que ha sido más bien solitario y sencillo toda su vida, el cambio puede resultar brusco. No es tanto así gracias a la fluidez de la narración y del tono entre cómico y serio. En gran parte puedo aceptar la situación al tratarse de personajes representados por animales. Ya desde el principio se rehúye de la realidad y entro mucho más en lo que va ocurriendo. Sin embargo no es que se trate de una fábula, ni mucho menos. Se habla de temas muy reales y de actualidad.

La serie tiene un tono adulto, cosa rara y que aprecio en un anime, e incluso intenta contar algo más allá de la interesante investigación.