Vaya sorpresa me he llevado con Buddy Daddies. Da mucho más de lo que esperaba en casi todos los aspectos. Se mantiene interesante, tierna y relajante durante toda su duración.

Me encanta la dinámica entre sus personajes. Entre los dos protagonistas, entre cada uno de estos y Miri, entre Miri y cualquier personaje… Los del entorno del crimen, los personajes de la guardería… Incluso la madre de Miri tiene su pequeño arco y tiene su carisma. Están todos muy cuidados y es muy agradable ver cómo evolucionan sus relaciones.

El arte y la animación son de alto nivel y acompañan perfectamente el tono de la serie. Todos los espacios tienen mucho encanto. Me ha encantado que haya muchos detalles de la vida real, como toda la logística que hay detrás de convivir con un niño pequeño. El papeleo y la dificultad de inscribirlo en una guardería, el tener que contar con diversos artículos específicos que, de otra forma, nunca comprarías y, además, tener que tenerlo todo etiquetado con su nombre… También han sabido hacer interesante el conflicto que surge al convivir con otra persona que no quiere hacer su parte en la casa.

La estrella de oro se la llevan por hacer la caracterización más realista de una niña de 4 años (sino la única). Miri se siente como una niña real (de las divertidas, respetuosas e inteligentes… o sea, de una minoría en nuestra sociedad) por la forma en la que se comporta y reacciona. Han evitado totalmente la común y asquerosa tendencia lolicon que tanto vemos en el anime y, a su vez, han añadido muchos detalles que le dan vida y personalidad. El principal acierto ha sido añadir suficientes características infantiles sin exagerarlas.

Por otra parte, la premisa es un poco tramposa, en mi opinión. El titular de “dos sicarios adoptan niña de 4 años” suena como un mal chiste, pero es que la mayoría del rato no están trabajando. Su trabajo no parece, realmente, afectarlos mentalmente en ningún aspecto (Rei tiene problemas familiares, no problemas por ser un sicario) ni tienen ningún percance con la ley ni con familiares o socios de sus víctimas… Podrían haber sido atracadores de bancos, jugadores de póker, brókers o comerciales de vodafone. Solo hace falta que alguien de su entorno de trabajo se la tenga jurada y cause problemas en su trío familiar para producir un efecto similar.

Para mí, lo más flojo es lo relacionado con el mundo criminal, en especial la acción. Muy poco creíble. Parece una peli americana, con los malos disparando lejos de los protagonistas, que siempre tienen la suerte de que todo les salga bien. No es mala en sí, pero no destaca e incluso tiene situaciones demasiado increíbles. Ejemplo: un sicario con años de experiencia sostiene una escopeta, tiene al protagonista a menos de 5 metros y falla varios disparos… ¿Razón? Pues para seguir con la serie…

Hay demasiado contraste entre las dos facetas en la vida de los protagonistas. La vida mundana de convivencia entre dos amigos y cuidar de la casa y, además, de una niña de 4 años está muy bien tratado. Se le da importancia a las pequeñas cosas que al final van calando y que, en definitiva, son muy cercanas para todo el mundo. Mientras que la parte de “ser un sicario que asesina a quién le digan con tal de ganarse el pan y vivir en un pisazo con todos los lujos que uno quiera” se toma casi a broma. No es algo tan mal llevado como para desvirtuar la serie, pero la verdad es que fuera de añadir interés, en mi caso me ha sobrado.

Pese a verle los fallos que comento, he disfrutado mucho de este pequeño anime, que ha resultado ser una gran sorpresa. Uno de esos cortos, interesantes, bien llevados y bien cerrados.