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España España · Badajoz
Voto de Prekxo:
6
Drama Japón feudal, siglo XVI. Adaptación del "Macbeth" de William Shakespeare. Cuando los generales Taketori Washizu y Yoshaki Miki regresan de una victoriosa batalla, se encuentran en el camino con una extraña anciana, que profetiza que Washizu llegará a ser el señor del Castillo del Norte. A partir de ese momento, su esposa lo instigará hasta convencerlo de que debe cumplir su destino. (FILMAFFINITY)
21 de diciembre de 2023
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Toshiro Mifune es un general de la época feudal japonesa, ya saben, samurais, shoguns, castillos, las espadas y esas cosas. Pero como estamos en Japón también tenemos magia, espíritus malignos o lo que se tercie. Y cuando Toshiro vuelva de salvar el día al señor y pase por un bosque encantado junto a otro general, se van a encontrar a un espíritu que les va a contar el futuro por las bravas.

Y claro, cuando te dice un espíritu milenario que vas a ser el señor del castillo pero que luego te va a sustituir a no mucho tardar el hijo de tu compañero, como que te están condicionando un poquito en el devenir de tus acciones.
Pero si encima para rematar te casas con una Charo japonesa y le cuentas el particular encuentro en el bosque. Entonces sí que la has pifiado, porque Charo se va a tirar la película dándote la matraca con que mira que tienes que traicionar al señor porque es tu destino, y de paso mata al hijo del otro ya que tenemos el spoiler del espíritu de lo que puede pasar después si no lo haces...

Y al final el problema de la película es bastante común a otras películas que tienen esta peculiar estructura de adelantarnos acontecimientos nada más empezar. Y es que poco menos que sabemos/intuimos lo que va a ocurrir en la película en todo momento desde el minuto cinco. Lo que es devastador para mantener el interés del espectador. Y es que sí. Tiene los pros y contras habituales del cine japonés. Ritmo pausado, belleza formal... pero quizás este previsible desarrollo hace menos soportable algunos aspectos como la música, con algunos momentos de acordes tradicionales insufribles. O el histrionismo habitual de las actuaciones japonesas de la época. Y es que las muecas e intensidad histriónica de Toshiro Mifune, que le van muy bien a varios de sus personajes en otras películas, donde viene a hacer de personajes como ladrón, falso samurai... no le queda nada bien a un general/señor de la guerra de alto rango.

Buena película pero creo que Kurosawa y el cine japonés tienen películas más interesantes y con mejor ritmo ambientadas en el feudalismo japonés.
Prekxo
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