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Voto de CANDELA:
5
7,6
62.865
Thriller. Drama
Keller Dover se enfrenta a la peor de las pesadillas: Anna, su hija de seis años, ha desaparecido con su amiga Joy y, a medida que pasa el tiempo, el pánico lo va dominando. Desesperado, decide ocuparse personalmente del asunto. Pero, ¿hasta dónde está dispuesto a llegar para averiguar el paradero de su hija?
19 de octubre de 2013
19 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena película... pero con matices.
Desde el luego el ambiente (lluvioso, con mil tonos grises cubriéndolo todo, asfixiante y con sensación continua de que no habrá salida, de que el final va a ser jodido..) está muy bien logrado. La fotografía, la luz ... todo juega: fuera es opaco, dentro, en las navidades idílicas y prototípicas, todo es dulce y de tonos cálidos. Esos barrios-pueblos pequeños de chalecitos americanos donde el índice (al parecer) de derrape mental peligroso es elevadísimo, a pesar de tanta lucecita en los árboles de fuera (9 pederastas en 15 km... mejor ni pensarlo).
Las interpretaciones, para mi gusto, lo mejor de todo. Un Hugh magnífico, bordado, al otro lado del universo de su Lobezno y un J.Gyllenhaal al que llega un punto que no sabes por donde cogerlo, con sus tics, su obsesión y su pasado solapado, que te hace dudar incluso de meterlo, o no, en el grupo de psicópatas. La mirada de Terrence Howard, el amigo arrastrado a un límite que no quiere llegar por principios morales, no necesita ni diálogo y puede que la que menos me haya gustado haya sido Maria Bello como la madre desesperada, que culpa a su marido de no saber defender a la familia correctamente. Y el equipo de los "malos", insuperable: terribles, miserables, terroríficos y patéticamente tristes, todo a la vez.
Todos somos prisioneros, al fin y al cabo. De nuestro pasado, nuestra naturaleza, nuestras creencias, nuestra moral o falta de ella y, en última instancia, de lo que nos suceda.
Desde el luego el ambiente (lluvioso, con mil tonos grises cubriéndolo todo, asfixiante y con sensación continua de que no habrá salida, de que el final va a ser jodido..) está muy bien logrado. La fotografía, la luz ... todo juega: fuera es opaco, dentro, en las navidades idílicas y prototípicas, todo es dulce y de tonos cálidos. Esos barrios-pueblos pequeños de chalecitos americanos donde el índice (al parecer) de derrape mental peligroso es elevadísimo, a pesar de tanta lucecita en los árboles de fuera (9 pederastas en 15 km... mejor ni pensarlo).
Las interpretaciones, para mi gusto, lo mejor de todo. Un Hugh magnífico, bordado, al otro lado del universo de su Lobezno y un J.Gyllenhaal al que llega un punto que no sabes por donde cogerlo, con sus tics, su obsesión y su pasado solapado, que te hace dudar incluso de meterlo, o no, en el grupo de psicópatas. La mirada de Terrence Howard, el amigo arrastrado a un límite que no quiere llegar por principios morales, no necesita ni diálogo y puede que la que menos me haya gustado haya sido Maria Bello como la madre desesperada, que culpa a su marido de no saber defender a la familia correctamente. Y el equipo de los "malos", insuperable: terribles, miserables, terroríficos y patéticamente tristes, todo a la vez.
Todos somos prisioneros, al fin y al cabo. De nuestro pasado, nuestra naturaleza, nuestras creencias, nuestra moral o falta de ella y, en última instancia, de lo que nos suceda.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
¿Los matices? Desde luego no es Seven. Ni Mystic River. Quizás quiera ser un poco más de la primera que de la segunda, pero no lo consigue del todo. Sí el desasosiego general en la primera parte, que se va diluyendo a medida que Villeneuve insiste una y otra vez en mostrarnos lo cafres que podemos llegar a ser y la tendencia humana a la tortura, al "todo vale" si creemos estar en poder de la razón ante una situación brutal. Insiste tanto, que cansa.
Y las miguitas de pan que deja al espectador para que descubra por sí mismo al malo en medio del abanico de candidatos, llega un momento que casi dan la risa. Ese laberinto por todas partes, en el medallón, en las paredes, en el suelo, en una pancarta pegada a un avión que vuela sobre nosotros...vale,hombre, todos lo vemos, cuéntanos ya la triste historia de todos los señuelos que has dejado, que nos estamos moviendo ya demasiado en los asientos.
Para colmo, el final resbala y se da en todos los dientes. Quiero un final con malo sorpresa, pero también moralista y muy de peli de acción y que deje al espectador ligeramente tontico. Ah, los títulos finales cortando la escena. Pues bueno, creo que esto ya lo he visto más veces y mejor hecho: el policía no ve nada mientras nosotros sabemos que lo tiene ante sus ojos, en la pantalla (parece que quiere que le gritemos: "¡Ahí!¡Ahí!", como en los teatrillos de marionetas).
Le sobra metraje, creo, como bien apuntan en otras críticas. Y salvo en lo que señalé arriba, pienso que está un poco sobrevalorada. No deja ese poso de incomodidad en el espectador que sí (y perdón por repetirme) deja Seven.
Por lo demás, interesante.
Y las miguitas de pan que deja al espectador para que descubra por sí mismo al malo en medio del abanico de candidatos, llega un momento que casi dan la risa. Ese laberinto por todas partes, en el medallón, en las paredes, en el suelo, en una pancarta pegada a un avión que vuela sobre nosotros...vale,hombre, todos lo vemos, cuéntanos ya la triste historia de todos los señuelos que has dejado, que nos estamos moviendo ya demasiado en los asientos.
Para colmo, el final resbala y se da en todos los dientes. Quiero un final con malo sorpresa, pero también moralista y muy de peli de acción y que deje al espectador ligeramente tontico. Ah, los títulos finales cortando la escena. Pues bueno, creo que esto ya lo he visto más veces y mejor hecho: el policía no ve nada mientras nosotros sabemos que lo tiene ante sus ojos, en la pantalla (parece que quiere que le gritemos: "¡Ahí!¡Ahí!", como en los teatrillos de marionetas).
Le sobra metraje, creo, como bien apuntan en otras críticas. Y salvo en lo que señalé arriba, pienso que está un poco sobrevalorada. No deja ese poso de incomodidad en el espectador que sí (y perdón por repetirme) deja Seven.
Por lo demás, interesante.