Si esta película no es la más machista de la historia del cine, habrá pocas que la superen. Lo triste y lo curioso es que está basada en una novela escrita por una mujer. Por supuesto que es interesante bucear en las fantasías más terribles del ser humano y hablar de ellas, y que puede ser valiente atreverse a nombrar lo que nadie nombra. Pero cabe preguntarse si la escritora tenía una sexualidad enfermiza y necesitaba desahogarse de algún modo, si quería hacer un estudio psicológico o si era simplemente una esnob en busca de notoriedad. También pudo ser una de tantas personas que, en cierta época, en que el detestable Marqués de Sade suscitaba admiración, confundieron la causa de la liberación sexual con la exhibición de mujeres y la creación de productos de un machismo brutal. Respecto a la actriz, está claro que se consideraba una mujer muy liberada, ya que aceptó un papel de un erotismo tan explícito: pero lo contradictorio es que puso su "liberación" al servicio de un producto denigrante para las mujeres, y en especial para ella misma. La película es buena pero causa repulsión. Hiere la sensibilidad más por el fondo que por la forma, ya que el tratamiento es muy elegante: las humillaciones, violaciones y torturas a las que se someten voluntariamente la protagonista y otras patéticas mujeres, están presentadas de un modo esteticista, con una delicada fotografía de filtros. De hecho, la estética de la película es algo más que delicada, se podría decir edulcorada y un poco empalagosa, y en la contemplación de los cuerpos desnudos surge insistentemente la pregunta: ¿cómo es posible que, después de tantos azotes, las mujeres sigan teniendo la piel perfecta, sin una sola marca?. En la novela no es así, pero quizá el director no se atrevió a ser tan monstruoso como la escritora, ya que las imágenes son más fuertes que las palabras. La música es muy buena y de una sensibilidad exquisita, lo cual contrasta, al igual que la fotografía, con la repugnante historia. Un contraste pretendido, evidentemente. También hay un contraste entre el producto sexual dirigido a satisfacer a hombres de malos instintos, y el aura de intelectualidad y profundidad psicológica que se le quiere dar, aunque no sé si esa profundidad está conseguida. Esos contrastes hacen que la historia parezca una especie de sueño, ya que ocurren cosas horribles como si no ocurrieran, y se diría que los personajes ni sienten ni padecen. No sé si el director ha buscado por alguna razón esta falta de expresividad o es que las actuaciones son tan planas que casi no son ni actuaciones. El chico parece un muñeco, una especie de novio de Barbie, y la actuación de la chica consiste en mostrarse desnuda en diferentes posturas y gritar; cuando mantiene una breve conversación es como una muñeca que mueve los labios. El guión, a pesar de tratar un tema tan escabroso, a veces resulta monótono, pierde el ritmo y hace que te desentiendas de lo que está ocurriendo. En resumen, una película interesante por el contraste entre brutalidad temática y edulcoramiento artístico, entre machismo monstruoso y aires de intelectualidad. Empuja a verla el hecho de haberse convertido en un mito del cine erótico. En mi opinión es deplorable en cuanto al mensaje y buena como cine, pero no una obra maestra.