De nuevo tenemos un problema con las películas históricas. Hasta qué punto se apartan de la realidad y se convierten en "una ficción ambientada en..." . El esfuerzo del realizador por reflejar la cruda realidad, aunque sea en las luchas carnales del acero con la carne, con todo su efectismo visual, es notable, y esto, junto con una cuidada puesta en escena y una hermosa fotografía, constituyen las mayores virtudes de esta cinta. El argumento ya nos hace tambalearnos un poco, desde esa tal Etain, que es una rastreadora extraordinaria y además una luchadora increíble que parece salida del "Tekken", pasando por una historia de supervivencia que roza lo insólito (menudo frío la Bretaña, y ellos vestidos con unos harapos empeñados en ir cada vez más arriba al norte), amen de una batalla final muy descompensada.
Se puede visionar sin ser exigentes ni esperar nada extraordinario, porque la cinta no convence en la mayoría de sus propuestas.