Tan solo el reto de compaginar los ingredientes que nos propone este filme y conseguir una historia sólida, envolvente y atractiva, una obra maestra del gótico más radicalizado, ya supone un aplauso para ese genio fuera de moldes llamado Tim Burton.
Las interpretaciones están elevadas a la máxima potencia de expresividad y la estética fascina con su atmósfera de trastienda oscura del subsconciente humano.
Sí, señores, el lado morboso y sádico del ser humano no tiene secretos para la batuta del señor Burton. Quién no ha soñado alguna vez tener en sus manos el poder sobre la vida de alguien , una especie de dios que imparta una justicia subjetiva pero complaciente, la ley de la venganza sin escrùpulos que sacie nuestros tormentos internos.
La navaja es el poder. La lírica musical solo es una manera de suavizar con elegancia la crueldad de lo que se siente en lo más profundo...
Contrastar, o identificar, la belleza de la música con la belleza del crimen y de la sangre es algo un tanto,...escandaloso... , pero se justifica por el miedo, la humillación y la indignidad de quien no tiene o no le dejan tener lo que más quiere en la vida...
No le doy un 10 porque nunca aprobaria el asesinato y el sadismo ni en un musical... pero
hay que quitarse el sombrero ante el estilo de este director de la dimensión zombie...