Al primer "Machete" le enfundé un generoso 7 porque me pareció que la apuesta era originalmente disparatada y que si te gusta que te sorprendan con cosas absurdas era una buena diversión.

Pero señores, aquí ya se ha pasado una barrera, se ha dado un paso más allá del límite, porque hay escenas de auténtica vergüenza que no sacarían ni en el cómic más loco o en una historia de dibujos animados, los personajes aparecen, mueren o no mueren de forma absurda, y sobre todo traspasada la primera hora de metraje es cuando más dan ganas de poner el grito en el cielo, con el bizarro desenlace.

Fiel a su estilo spy kids, pero con gore hasta la extenuación, Rodríguez se ha hartado de "pirulas" haciendo de Machete una suerte de superhéroe que sale indemne de cualquier situación y de cualquier balacera en su cuerpo, como un dios inmortal hortera y tosco.

Se deben haber divertido bastante rodando esta locura pero el espectador acaba cansado y aburrido de tantas explosiones sin sentido y cabezas y miembros cortados.

Sólo para muy fans, y yo lo era, pero todo tiene un límite, y yo aqui me bajo del autobús, cuando no hay un guión mínimamente coherente, si no hay un esqueleto de credibilidad, el cuerpo entero se desmorona, y aquí Machete ha pasado la frontera a los dibujos animados del tipo Super Nenas o Bob Esponja, y eso, ya es demasiado.