Discreto ejercicio fílmico del temendo autor de "Gran Torino" o "Iwo Jima", se empieza contemplando con un gran respeto, que va convirtiendose en discreta mirada hacia la mitad de la cinta. En verdad los 80 años de este realizador debieron pesarle, o quizás de tanta admiración hacia su personaje descuidó la garra y la solidez de sus habituales trabajos...
Lo que está claro que en manos de otro realizador cualquiera esta cinta hubiera sido un empacho de cuidado, pero el viejo Clint la hace emocionante, a ratos, entretenida, a ratos, y digna de ser visionada por su peso ético y su calado moral... pero es poquita cosa si pretendemos que nos quede mucho tiempo en la retina o haga una casita en nuestro cerebro...
En fin, Freeman genial en su papel (¿quien mejor?), un Damon intrascendente (el personaje real que hace, capitan del equipo surafricano, mide 1,91 de altura... jeje, debía haber hecho las escenas de juego con tacones de drag queen...), y para los que no entendemos de rugby, mejor esperar a los planos en los que se pone el tanteo del marcador...