Buenísima película del director Paul Schrader en la que se nos cuenta la historia de lo que puede pasarle a cualquiera que halla sufrido una infancia llena de abusos y que su adicción al acohol le lleve a perder la cordura.

Historia intimista, muy en la linea de "Fargo" y "un plan sencillo" en cuanto a la atmósfera se refiere, en la que sobresale, sobre todo, un Nick Nolte más desgarrador que nunca, mostrándonos que si no fuera por sus problemas reales con el alcohol y las drogas podría ser tan buen actor como se propusiese.

A mi gusto, uno de los mejores dramas de los noventa.