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Voto de strikesd:
5
7,7
23.575
Intriga. Drama. Terror
Producción realizada para la televisión que narra la progresiva angustia de un hombre (López Vázquez) que se queda atrapado en una cabina telefónica. Lo que en principio parece un contratiempo sin trascendencia, se convierte poco a poco en una situación tan inquietante y terrorífica que provoca en el hombre una desesperación y una angustia sin límites. (FILMAFFINITY)
25 de agosto de 2010
17 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un día cualquiera, navegando por los submundos de 'filmaffinity', me encontré con este pequeño largometraje de los años 70. Su elevada nota (7,7), junto con las críticas positivas que lo avalaban, fueron los determinantes para la consecuente visualización de dicha producción.
"De acuerdo -me dije- veámosla pues".
Siento decir que este corto me decepcionó en gran parte, ya que idea de la cabina me parece muy poco creíble. A pesar de que se estrenara en una época ajena al terror-español-televisivo, me parece un guión bastante pobre. Además, pienso que le sobran 25 minutos de los 35 de u duración; vamos, lo que se tarda en leer el spoiler.
A destacar: José Luis López Vázquez. Punto y final.
"De acuerdo -me dije- veámosla pues".
Siento decir que este corto me decepcionó en gran parte, ya que idea de la cabina me parece muy poco creíble. A pesar de que se estrenara en una época ajena al terror-español-televisivo, me parece un guión bastante pobre. Además, pienso que le sobran 25 minutos de los 35 de u duración; vamos, lo que se tarda en leer el spoiler.
A destacar: José Luis López Vázquez. Punto y final.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Comienza la película.
En la primera escena (rodada por alguien con temblor de manos) me encuentro por un lado, a unos mozos instalando una cabina más falsa que un euro con la cara de Hitler, y por otro, a José Luis López Vázquez con su hijo (nieto, más bien), acompañándole a una parada de autobus. ¿El lugar?, una plaza sin aparente vida humana.
Tras esto, el hijo de nuestro protagonista se monta en el bus y se marcha; y José Luis no tiene otra cosa que hacer que estrenar la cabina recién montada. Ok, hasta ahí todo normal. Tras esto, se queda encerrado, y la plaza deshabitada se convierte en el camarote de los Hermanos Marx. Joselu pide ayuda, se ríen de él, lo humillan, se forma un corro, le ayudan nefastamente (con un destornillador), los bomberos y la policía llegan "al lugar del crimen", y son incapaces de abrir una maldita cabina telefónica. (Lo siento, pero no me creo nada de lo que veo hasta el momento).
Llegan los mozos que montaron la cabina hace un rato, y se la vuelven a llevar, pero esta vez con Joselu dentro. Suben la cabina en la furgoneta, y se marchan del lugar sin dar explicaciones. (A destacar la gran estabilidad de la dichosa cabina mientras es transportada). Y ahora es cuando comienza la agonía de Joselu. El pobre se da cuenta de que algo extraño ocurre cuando ve al pobre Agustín González en su misma situación en la furgoneta de al lado parada en un semáforo.
Total, que se lo llevan (a él y a la cabina), a un lugar parecido a donde Batman aparcaba su magnífico Batmóvil. ¿Qué panorama se encuentra Joselu?. Pues claro, lo que todos esperábamos, un millón de cabinas con gente que había muerto en cada una de ellas.
Conclusión: Joselu, mejor un móvil a partir de ahora.
En la primera escena (rodada por alguien con temblor de manos) me encuentro por un lado, a unos mozos instalando una cabina más falsa que un euro con la cara de Hitler, y por otro, a José Luis López Vázquez con su hijo (nieto, más bien), acompañándole a una parada de autobus. ¿El lugar?, una plaza sin aparente vida humana.
Tras esto, el hijo de nuestro protagonista se monta en el bus y se marcha; y José Luis no tiene otra cosa que hacer que estrenar la cabina recién montada. Ok, hasta ahí todo normal. Tras esto, se queda encerrado, y la plaza deshabitada se convierte en el camarote de los Hermanos Marx. Joselu pide ayuda, se ríen de él, lo humillan, se forma un corro, le ayudan nefastamente (con un destornillador), los bomberos y la policía llegan "al lugar del crimen", y son incapaces de abrir una maldita cabina telefónica. (Lo siento, pero no me creo nada de lo que veo hasta el momento).
Llegan los mozos que montaron la cabina hace un rato, y se la vuelven a llevar, pero esta vez con Joselu dentro. Suben la cabina en la furgoneta, y se marchan del lugar sin dar explicaciones. (A destacar la gran estabilidad de la dichosa cabina mientras es transportada). Y ahora es cuando comienza la agonía de Joselu. El pobre se da cuenta de que algo extraño ocurre cuando ve al pobre Agustín González en su misma situación en la furgoneta de al lado parada en un semáforo.
Total, que se lo llevan (a él y a la cabina), a un lugar parecido a donde Batman aparcaba su magnífico Batmóvil. ¿Qué panorama se encuentra Joselu?. Pues claro, lo que todos esperábamos, un millón de cabinas con gente que había muerto en cada una de ellas.
Conclusión: Joselu, mejor un móvil a partir de ahora.