Cuando me puse a ver por primera vez esta película tenía mis dudas, ya que la novela en la que se basa es uno de mis libros favoritos, y muy a menudo las adaptaciones cinematográficas de los originales literarios que a uno le gustan resultan decepcionantes...no estaba seguro de que la sencilla belleza de la prosa de Tabucchi, su delicado equilibrio entre tragedia y comedia y sus entrañables personajes fuesen a plasmarse de forma fiel. Sin embargo, me encontré con una gran película y una de las mejores adaptaciones al cine de una novela que he visto nunca.

El tono tragicómico y delicado de la novela se reproduce en la pantalla de forma sobresaliente, la ambientación es fabulosa, los personajes aparecen tal como los imaginaba al leer el libro, y sobre todo ese Pereira al que da vida un Marcello Mastroianni que hace una interpretación sencillamente descomunal. Por si fuese poco, la música, en la que colaboran Ennio Morricone y Dulce Pontes, es perfecta para la historia que cuenta y dónde transcurre.

Una película que hace reír, pensar y emocionarse. Y sin trampas de guión ni excesos melodramáticos.

Ahí es nada.