Para esta que creo haber oído definir como "la película más ambiciosa de Alex de la Iglesia" el peculiar cineasta vasco, se ve que falto de ideas nuevas o no del todo satisfecho con como había plasmado las antiguas en otras ocasiones, hizo una especie de refrito de conceptos de sus obras anteriores, no sé si como una suerte de recopilación de grandes éxitos o como un aprovechamiento de piezas de desguace para salir del paso. Tenemos una pareja cómica que se odia fuera del escenario y que inevitablemente acabará a guantazos (como en "Muertos de risa"), tenemos payasos macabros (como en "Crimen ferpecto"), tenemos un tipo deforme con pintas estrafalarias en busca de venganza (como en "Acción mutante"), tenemos pelea en estructura arquitectónica representativa del Madrid más cutre (como en "El día de la bestia")...y tenemos un batiburrillo casi incomprensible de escenas deslavazadas, chistes sin gracia y explosiones de violencia incoherentes, como en "Perdita Durango". Solo que aquí el peso de la función no lo lleva Rosie Pérez, sino un Carlos Areces extremadamente cargante cuando quiere hacer gracia y tristemente inexpresivo cuando quiere conmover. Le acompañan una Carolina Bang que aparte de mostrar tipazo no aporta gran cosa y un Antonio de la Torre cuyo descomunal talento se desaprovecha en un papel demasiado esquemático. Por lo demás, cameos varios, momentos circenses (y no en el buen sentido), altibajos de ritmo constantes y una película que se hace larga, pesada, incoherente y hueca. Porque debajo de todo el artificio de maquillajes, telas de seda, explosiones, sangre, colorines y demás, no hay nada. Ni una idea nueva para la ocasión siquiera.