La última obra de Miyazaki, la más infantil, quizá. A la que más se parece de sus obras es a "Mi vecino Totoro", aunque son distintas.
Ponyo es una auténtica maravilla visual. Todos los dibujos, los ambientes, cuidados hasta el mínimo detalle y de una belleza inimaginable. La historia de amor y amistad entre una niña pez y un niño es tierna, entrañable y maravillosa. Con un argumento no tan complicado como otras películas suyas, y mucho más inocente, consigue llenarnos de una sensación muy agradable. Cuando la terminas de ver, te sientes mucho mejor, enternecido por la inocencia de los personajes, su forma de ser. Sosuke y Ponyo son personajes adorables.
Y la banda sonora, nuevamente de Joe Hisaishi, es otra delicia. El tema principal cantado es pegadizo, aunque personalmente no me parece ni por asomo tan genial como el de Totoro.
Una película infantil que puede disfrutar gente de todas las edades, sin sentir que está viendo algo demasiado ñoño o para niños pequeños. La disfrutarás, de principio a fin.