Lo primero a decir de esta película no tiene nada que ver con su calidad, con la crítica, o quizás sí. Me refiero a que es la primera de la saga que he visto en versión original y no me ha cantado. Se sigue perfectamente, los chistes se entienden sin problemas y no se echa de menos ninguna voz, ni resulta ninguna voz extraña. Esto más que hablar bien de esta tercera parte es un elogio hacia las dos anteriores.

Vamos a por la película pues. La duración, en estos tiempo de grandes historias con muchos minutos, de regocijo excesivo en los efectos visuales se agradece que sea corta (hora y media) y que cuente todo lo que debe de contar, que tenga sus momentos de lucimiento tecnológico, pero que en ningún caso sea excesivo.

También lo mejor que se puede decir es que cuando terminas de verla, no miras el reloj, te entretiene, te emociona y te hace reír, no se hace pesada.

Will Smith en su línea de hombre de negro que tan bien le queda. Su estilo de “payaso competente”, su manera de llevar el traje. Es una actuación grandiosa en una película de acción.

La trama es ligeramente enrevesada, pero está contada de forma tan sumamente sencilla que no te pierdes, que la sigues sin problema. Te mantiene dentro de la intriga pensando y queriendo saber lo que pasa.

Es una película de acción de extraterrestres, también tiene su parte de aparatillos que tanto gusta, sus naves, disparos y explosiones. Pero, a riesgo de ser pesado, nunca nada excesivo.

El final es emotivo y emocionante, que te hace entender la frialdad de uno y el cariño del otro. Te pone en la piel de ambos protagonistas.

Una muy buena película.