Eso es lo que es "Nunca Me Abandones". De acuerdo que el argumento se basa en un libro, pero lo que la película hace con él es un completo espectáculo visual más potente que muchas superproducciones y blockbusters. Pero, como dijo Jack el Destripador, vayamos por partes.
Al no haberme leido el libro, no puedo opinar sobre lo bien que está adaptado y su fidelidad al susodicho libro. Sin embargo, sí que puedo decir que el film de Mark Romanek nos presenta una trama que se presenta muy humildemente, sin mucha complicación; pero luego, manteniendo esa misma sencillez (no simpleza), empieza un bello camino de amor, complicación y sentimientos a flor de piel que culmina en punto de extrema, profunda y dura belleza al final del largometraje. Maravilloso.
Nada de esto sería posible sin uno de los mayores puntos fuertes del film: las actuaciones. Son jóvenes, pero son excelentes. En las primeras escenas asistimos a la historia de su etapa infantil y un tanto adolescente, en el colegio. Estos actores, los niños, están a la altura de sobra, muestran a la perfección los sentimientos que más tarde se irán desarrollando en los actores más maduros. Los celos amorosos, el primer amor, la timidez, la marginación, la amistad... y con niños (no tan niños, a decir verdad). La historia que montan entre ellos 3 es más sólida y potente y transmite más que muchos largometrajes enteros de relaciones adultas.
Sin embargo, esto no deja de ser los entrantes que preceden al plato fuerte, a la delicia de "Nunca me abandones". Y este deleite tiene nombres y apellidos: Carey Mulligan, Andrew Garfield y Keira Knightley. Sus actuaciones son, sin exagerar de Oscar. La verdad, si tuviera que destacar a alguien más en su interpretación, destacaría a Keira Knightley, la más secundaria de este magnífico trío. Ella... es... perfección, sentimiento. Si la película fuera muda y no supiéramos de qué trata la trama, simplemente con su actuación, su manera de expresar esos sentimientos internos y esas tensiones, podríamos adivinar qué es lo que está pasando. El maquillaje y el vestuario ayudan en gran proporción a que nos creamos la edad que tiene y su estado de salud. (Sección Spoiler 1). Andrew Garfield ha sido un tremendo descubrimiento para mí. Los 3 lo consiguen, pero sobre todo él logra librarse de los fantasmas de cualquier interpretación suya anterior o posterior a este film y nos brinda la que para mí es la interpretación de su carrera. Igual que Keira y Carey, muestra esa perfecta madurez adelantada con agujeros de fragilidad, debilidad e incertidumbre, adornado todo con una magnífica peripecia amorosa a tres bandas. Puede que el maquillaje no se centre tanto en él como lo hace en Keira, pero su actuación se vale por sí misma y, en todo momento, tiene un abanico amplísimo de sentimientos, caras, expresiones, por las que podrás seguir el avance de la historia en estos 3 adolescentes. Y llegamos a la protagonista, el centro de la historia, nuestra narradora: Carey Mulligan. Qué se puede decir más de esta pedazo de actriz. Es única, eso ya lo sabemos. En cualquier película que veas, ella te demuestra que ese papel era para ella. Se hace con el control de la película desde que aparece su personaje de niña, y conforme va avanzando el largometraje sigue manteniendo ese involuntario pero a la vez fuerte dominio de todos los hechos que suceden. Esto se ve apoyado por las narraciones que va haciendo todo el rato, con esa voz tan dulce que te cala hasta los huesos (muy bueno el doblaje de todos en general, pero de Carey en especial).
"Nunca me abandones" tiene un aspecto muy especial y brillante que me encanta encontrarlo en películas de este género: la fotografía, la iluminación y los planos. Ocurre lo mismo que en "Como Locos". Esa belleza que tiene es de lo mejor que hay. Hay cada plano que es una tremenda delicia para el ojo. Te dan ganas de pausar la película, contemplar esa imagen durante un largo rato, echarle una foto para enmarcarla, y después seguir contemplando tanta belleza contenida en una simple imagen. Y no solo imagenes. Secuencias enteras. (Sección Spoiler 2).
En definitiva, un magnífico espectáculo visual, una joya cinematográfica.
Este es un profundo, auténtico y más que merecido 10.