Titanic es el mejor ejemplo posible de que se puede conjugar perfectamente el buen cine con lo comercial. No sólo es un placer para la vista desde principio a fin, con una ambientación y una fotografía magníficamente conseguidas, sino que presenta una historia de amor realmente convincente y conmovedora, que contribuye a que se convierta en algo más allá que una típica y manida película sobre catástrofes. Es cierto que el film no aporta nada muy original. Los personajes son algo estereotipados, principalmente los malos malísimos. No puede entenderse, por ejemplo, por qué el mayordomo le tiene tantísimo odio a Jack (DiCaprio). Pero aún así, no puedo comprender a aquéllos que le lanzan tantos ataques a esta película. La historia de amor no llega a hacerse, en mi opinión, empalagosa, está perfectamente dosificada. Es entretenida de principio a fin. Las escenas del hundimiento del barco te mantienen sin respiración, etc.

En definitiva, opino que esta grandiosa película ha sido una contribución importante a la leyenda y glamour que rodea a la historia del hundimiento del Titanic.