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Bahrein Bahrein · Viva la revolución
Voto de Maese Huvi:
9
Drama. Romance Después de rodar una película en Hiroshima, una joven actriz francesa pasa su última noche en un hotel, en compañía de un japonés. Son dos desconocidos, pero lo que podría ser la fugaz aventura de una noche se convierte en un intenso idilio que hace que ella rememore un amor imposible vivido en Nevers (Francia) unos años antes. La relación amorosa se convierte entonces en un proceso introspectivo a través del cual la mujer reconstruye ... [+]
9 de octubre de 2008
43 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hiroshima mon amour es una de las más grandes películas de todos los tiempos, construida sobre uno de los mejores guiones de la historia del cine. Y esa es una de sus claves: el soberbio guión, la palabra convertida en pilar. Pero no sólo la palabra, también la imagen que se une a ella y la eleva. Imagen y palabra, fotografía y poesía, tan frecuentemente separados o artificial y grotescamente ensamblados, se funden auténticamente para darse sentido mutuo y crear sobre las ruinas de un mundo que se descompone, retratando casi a la perfección esa descomposición (putrefacción) del mundo y de la vida, negados y reducidos al olvido.
Esa unión de imagen y palabra ese asemeja a la de la pareja protagonista, tan alejados uno del otro, pero también unidos por una experiencia lejana (en el plano espacial, temporal y de significado) pero que es y se siente común. Nevers-Hiroshima. Ya en el comienzo (quizás los quince minutos más demoledores, pero también más hermosos del cine) se intuye esa relación, cuando los amantes hablan mientras se suceden las imágenes de muerte: -“Tu no has visto nada de Hiroshima. Nada. -Lo he visto todo. Todo.” Ella ha vivido Hiroshima sin vivirlo. El acontecimiento que irrumpe e interrumpe la vida se da más allá de su explosión espectacular. Allí donde todo es dolor, soledad, allí donde la vida ha acabado y nace otra cosa. Algo que hay que exorcizar, cubrir de olvido no para seguir viviendo, sino para sobrevivir. Aquello que ni tan siquiera se puede nombrar. Una experiencia colectiva (Hiroshima) o individual (Nevers), pero que se igualan en el sentido de que quien la ha vivido no puede siquiera nombrarla. Y todo lo que acontece desde entonces es sólo una representación de lo que dejó de ser. Es la muerte perpetuada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Maese Huvi
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