Creación nórdica fiel reflejo del país al que representó en los Oscar, sublime y fría. Con un toque y tono muy clásico, Kon-tiki, describe una aventura épica, pura y legítima; una odisea que entretiene y no decepciona, pero que asimismo tampoco emociona.
Una limpia y hermosa fotografía consiguen notablemente describir desde la más pura belleza hasta el terror y desasosiego presente en las inmensidades oceánicas. Una horizonte cargado de maravillas tan idílicas como pavorosas.
La cinta, algo almidonada pierde con su poco impacto emocional, con la escasa profundidad de la mayoría de personajes y con un tono romántico algo engañoso. Sin embargo, la película se ve con agrado y se disfruta satisfactoriamente, aunque solo sea por descubrir una contingencia tan extraordinaria como real.