La archiconocida música de la sonata nº14 de Beethoven viene a mi mente ante una de las primeras imágenes del corto, bellísimas y si es que con el genio alemán puede ser superable la partitura de Michael Giaccino.

http://pixartimes.com/wp-content/uploads/2011/08/La-Luna-HI-RES-Moon-Rising.jpg

He oído algunas (aunque pocas) voces que han valorado que el nuevo y último corto de Pixar no está a la altura de los demás, en cuanto a lo que frescura se refiere. Puede ser que "La luna" esté falto de esa espontaneidad, que sea tal vez el corto más contemplativo y simbólico de la compañía estadounidense hasta el momento, pero lo que está claro es que tiene su mismo mensaje: las piezas de Pixar, universales más allá, en la mayoría de los casos, de la lengua en que están creadas (la escasez de palabras lo demuestra), siempre nos explican de un modo mágico, cándido y fabuloso pequeños sucesos del mundo, como las viejas leyendas o los cuentos para niños.

En 'Día y Noche' nos mostraban la polaridad de los dos estados del día en un alegato por la aceptación de lo diferente. En 'Parcialmente nublado' el origen de todas las criaturas de la Tierra y cómo los valores de amistad y respeto deben estar por encima de los defectos de cada uno. Y ahora, la capacidad de superar nuestra carga cultural (que ya lo decía Nieztsche con su metáfora del camello, el león y el niño), de crear y ser uno mismo... Y los que te precedieron a la vez.

Con su último corto, Pixar vuelve a revelarnos otro pedacito del mundo. Ojalá lo descubramos entero mediante su mano.