Villaronga derrapa con la adaptación de los amores, desamores, celos y trifulcas de un cuarteto en la guerra civil.

Sería imposible dudar del despliegue de medios que ha exigido la película, con una cuidada ambientación de época y unos escenarios cuanto menos singulares.

Ahora bien, todo eso no garantiza que el producto final sea de calidad. La trama atufa a través de situaciones forzadas que no convencen. La mayoría de las actuaciones son muy llanas, con personajes demasiado estereotipados. Sin lugar a dudas falta sobriedad en las escenas de tensión y naturalidad en las conversaciones y acciones cotidianas. Además, son recurrentes los lugares comunes y los diálogos sobreactuados.

Todavía entiendo menos por qué está ambientada en la guerra civil. La tragedia de la película es independiente a la contienda, no se realiza ningún planteo de la situación política o histórica para invitar al debate, y desde luego no toma partido. La película podría haber sido ambientada en la primera guerra mundial como en la guerra de Afganistán. Imagino que las exigencias por la adaptación del guión le impidieron al director replantear algunas cuestiones.